Javier Luque se prepara para llevar en un triciclo especial a su hijo hasta Santiago
JUAN M. NIZA 19/03/2012
Javier
Luque se acababa de meter en las piernas 18 kilómetros de pedaleo
cuesta arriba. Su hijo, Antonio, con parálisis cerebral, por la mirada
de ilusión que tenía parecía haber vivido aún más intensamente ese
trayecto. Esa era la escena que podía contemplarse ayer en Cerro
Muriano, en la meta del 8º maratón Mountain Bike Guzmán el Bueno, una
prueba a la que Javier Luque se sumó testimonialmente, tanto para dar a
conocer su ambicioso proyecto, peregrinar 800 Km desde Roncesvalles
hasta Santiago transportando a su hijo, como para ir entrenándose con el
triciclo adaptado que usarán.
Y es que aquella idea que tuvo
hace años Javier Luque, más allá del reto personal, se ha convertido en
todo un proyecto solidario bautizado como Discamino , que ha
movilizado no solo a patrocinadores y asociaciones, sino también a
medios de comunicación y a amigos en redes sociales con los que se
pretende concienciar a la sociedad sobre la necesidad de integrar al
discapacitado y derribar tópicos y barreras físicas y mentales.
La gran aventura comenzará el 24 de junio, cuando Javier y Antonio
inicien su primera etapa de unos 50 kilómetros aproximadamente. No
estarán solos, les acompañarán los vigueses Dani, en una bicicleta de
apoyo, y Javier y Gerardo, este último sordo-ciego, en otro triciclo
adaptado. De hecho, la recaudación de la campaña irá destinada a dos
bicis adaptadas, vehículos caros y muy especializados que hay que
encargar a Holanda y que se entregarán a la Asociación de Parálisis
Cerebral de Córdoba (Acpacys) y su homóloga de Vigo. Para ello, los
responsables del proyecto Discamino han puesto a la venta
cada kilómetro a recorrer, a razón de 5 euros de donativo por cada mil
metros, recaudación que irá al referido fin benéfico, como se detalla en
http://discamino.redestable.com o en
http://nuncaserabastante.blogspot.com.
Por cierto, en la prueba
ciclista de ayer venció Juan Pedro Trujillo, como recogen las páginas
deportivas de este periódico. Pero Trujillo no fue, ni mucho menos, el
único ganador. Bastaba con mirar las caras de Javier y Antonio Luque
para darse cuenta de ello.
FUENTE
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