Matteucci, Perelló, Nardi y Olivo, cuerpo técnico de Lambert campeón con la copa del Apertura.
El ex futbolista de 32 años de edad y oriundo de Justiniano Posse,
prolongó el exitoso presente del club Lambert, al coronarse campeón del
Apertura en primera y reserva. Asumió a principio de año para continuar
el proceso con cinco finales seguidas y tres títulos de Carlos Mazzola,
quien en simultáneo el domingo logró el ascenso con Sportivo Belgrano.
Lucas Nardi inició su ciclo en Lambert de la mejor manera, al consagrarse campeón del torneo Apertura de la Liga Beccar Varela de fútbol. A principio de año decidió comenzar una nueva etapa como formador dentro del fútbol, aceptando el desafío de calzarse el buzo de entrenador para dirigir primera división. El joven director técnico de 32 años de edad y oriundo de Justiniano Posse, amante de los desafíos superadores, se puso asimismo al frente de una apuesta arriesgada, por tratarse de su experiencia debut en este tipo de competencias a nivel liga y nada menos que en un club acostumbrado en los últimos tiempos al éxito constante. Atrás quedaba su trayectoria como jugador profesional, su trabajo en las inferiores de Complejo Deportivo y en la Fundación Leo Messi de Rosario.
Arribó al club Lambert de Monte Maíz para continuar el exitoso proceso de Carlos Mazzola, quien desde su llegada a mediados de 2009, fue finalista en los cinco torneos que disputó, con tres vueltas olímpicas. El nuevo técnico del Rojo tenía dos opciones para cumplir las expectativas depositadas en este proceso: ser campeón o al menos jugar la final. Estaba claro que al primer traspié resultaría inevitable la comparación con los logros de su antecesor. El entrenador sobrellevó esa carga sin apartarse de sus convicciones, encolumnando a todo un plantel detrás de objetivos en común y fundamentos sólidos. El equipo mostró identidad de juego y luego de cierta inestabilidad en la primera rueda, fue potenciando su funcionamiento, hasta llegar al título sin sobresaltos en las instancias definitorias del torneo.
En plena euforia tras la consagración asimismo, Nardi mantuvo su claridad conceptual y tono reflexivo para referirse al momento histórico que estaba viviendo en el rol de entrenador. “No me esperaba tanto en tan poco tiempo, como se dio y la manera, con dos partidos finales fabulosos, creo que cerramos una primera mitad de año muy bueno. No puedo pedir más, es mi primera experiencia, mi primer campeonato, en una liga muy dura como pensaba, con muchos equipos que se refuerzan bien, con un segundo torneo que va a ser más duro todavía, tenemos una zona durísima, pero estoy hablando de lo que viene y recién estoy terminando esto, quiero disfrutarlo”, precisó el técnico.
Con el transcurrir de la competencia, Lambert fue afianzando su funcionamiento colectivo, sobre las pautas del nuevo entrenador, sobresaliendo en su libreto el concepto de monopolizar la tenencia del balón frente al adversario y hacerla circular con buen criterio, pensando siempre en el arco de enfrente. “Me gustó la solidez, la contundencia, y sobre todo la inteligencia que mostró el equipo desde la segunda etapa del torneo hasta el final. Fue un equipo inteligente, me encontré con un plantel que no es tan largo pero si con mucha calidad, y siempre con algún recambio importante en todas las líneas. Eso ayuda, al igual que el trabajo de los profes e integrantes del cuerpo técnico, que también suma para lograr un campeonato”, apuntó un emocionado Nardi, antes de levantar la copa de campeón y ser parte de la vuelta olímpica.
Lambert transita durante el último lustro la etapa más gloriosa de su historia, sustentado en una identidad futbolística que lo ha llevado a ganar en un lapso breve, una veintena de títulos entre todas las categorías. Mucho ha tenido que ver en todo esto, la política de la institución que preside Marcelo Melián, en cuanto a una acertada elección de técnicos con idéntico perfil, experiencia a otro nivel, capacidad, personalidad y férreas convicciones para desarrollar procesos de trabajo, en donde los resultados son consecuencia de lo que se proyecta. Nardi y Mazzola, presente y pasado inmediato en el club, cosecharon el domingo en simultáneo dos logros que enorgullecen a la familia del Rojo. Mientras uno daba su primera vuelta olímpica como nuevo entrenador de Lambert, el otro lograba un hito en la historia del fútbol cordobés, al ascender a Sportivo Belgrano de San Francisco a la B Nacional.
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