domingo, 1 de julio de 2012

Ezequiel Rescaldani, un goleador en ascenso directo

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Un viejo amor nunca se olvida, es por eso que para hacer sentir más cómodo a Ezequiel, estuvimos en el lugar que lo vio nacer, el club de sus amores, en La Calderita. Nos encontramos con el delantero de Vélez Ezequiel Rescaldani, que viene de conseguir el ascenso a Primera División con Quilmes, donde llegó a mitad de año y tras varios vaivenes, terminó siendo parte importante del equipo.

¿Cómo viviste lo que te pasó el último fin de semana?
La verdad que fue muy especial, porque estábamos bien los cuatro, estábamos muy parejos, por ahí de los cuatro equipos éramos él que veníamos más de atrás pero en el final de los cuatro creo que fuimos el que mejor terminamos. Obviamente que para mí teniendo 20 años, aparte apenas llegué a Quilmes ni jugaba, me costó ganarme un lugar, y después encontrarme que terminamos ascendiendo y era algo que parecía imposible, entonces eso hoy me da una felicidad enorme, pero quiero destacar que este grupo merecía esto.

¿Cómo fue tu llegada a Quilmes?
Se dio a mediados de Marzo, con la lesión de Telechea. En ese momento faltaban 14 fechas para que finalice el campeonato.

En aquel momento seguramente para vos fue una decisión difícil, porque estaban las dos opciones, que no puedas mostrar tu fútbol y eso pueda complicarte en un futuro en Vélez o lo que afortunadamente sucedió, poder mostrarte y en poco tiempo conseguir un ascenso.
Realmente tuve que arriesgarme, me podía salir bien como gracias a Dios terminó saliendo o me podía salir mal, no sumar minutos y no conseguir el ascenso algo que me hubiera dejado en otra posición a la que estoy ahora, por ahí me hubiese costado más volver a Vélez para pelear por un lugar.

Pero tomaste la decisión correcta…
Sí, por suerte sí (risas). Tal es así que la gente de Quilmes quiere extender el préstamo un año más, pero Vélez no va a cederme. Si no me hubiese ido bien seguramente tampoco estaría la chance de seguir en Quilmes y la vuelta a Vélez sería más difícil.

¿Cómo fue tomar la decisión en ese momento?
Fue difícil, la tome rápido porque lo requería el momento ya que cerraba el librote pases. Hable con mi papá y mi representante, entre los tres tratamos de dar cada uno su opinión, lo que nos parecía. Recuerdo que mi viejo no estaba muy conforme, pero yo tenía mucha fe, por eso decidí firmar, aparte sabía que solo restaban 14 partidos o en caso de llegar a una promoción hubiesen sido 16. Creo que esto último influyó mucho en mi decisión, porque al no ser un año de préstamo, decidí jugármela a pesar de saber los riegos que podía correr.

¿Antes de tomar la decisión, pudiste hablar con el director técnico de Vélez, Ricardo Gareca?
Sí, tuve la chance de hablar con él, ya que me llamaron un jueves y la firma se dio un día después. Me dijo que era un desafío importante, que en esos momentos en Vélez tenía por delante a Mauro Obolo y Lucas Pratto que por edad y contrato tenía que darle más minutos, que en caso de que si alguno se lesionara me iba a tener en cuenta. Pero para estar esperando en reserva y por ahí mechar algunos partidos en Primera era preferible bajar de categoría e ir a Quilmes que se encontraba peleando arriba, que eran sólo 14 partidos y que me iban a servir un montón y que en Julio iba a regresar con otro aire, con una buena experiencia. Por suerte todo salió muy bien.

Y por el otro lado, el técnico que te quería era Ricardo Carusso Lombardi, ¿cómo se dio el acercamiento de él hacia a vos?
Fue muy gracioso lo que pasó. Un jueves a la tarde, estaba durmiendo la siesta y me llama un número desconocido a mi celular y yo no atiendo, me llama otra vez y así por lo menos cuatro o cinco veces. Entonces yo para sacarme la duda le mande un mensaje preguntando quién era. Obviamente no me respondió, imaginate que si me ponía Carusso Lombardi iba a pensar que era una joda (risas), pero insistió y me llamó dos o tres veces más, hasta que le atendí y era Carusso (risas). Hablé un rato con él, me explicó como venía la mano, para que me quería, que iba a ir en lugar de Telechea que se había lesionado, pero que no quedaba mucho tiempo para firmar ya que el libro cerraba el viernes. Apenas corté con él llame a mi representante para que se junte con los dirigentes de Vélez y evalúen la posibilidad.

Más allá que Carusso Lombardi sea un técnico que siempre está en las noticias por su forma de ser, no hay que sacarle méritos que buscó en un juvenil con pocos minutos en Primera el reemplazo de hasta ese momento el goleador de Quilmes. ¿Qué sentiste vos?
Si bien Carusso Lombardi me conocía de la reserva porque yo había jugado dos o tres partidos en pretemporada de invierno del pasado año y en la de verano de este año contra Quilmes y tuve buenos partidos en donde convertí en casi todos, pero obviamente cuando me llamó para mi fue una sorpresa, un desafío grande porque yo tenía pocos minutos en Primera. Fue una gran alegría saber que me habían tenido en cuenta.

¿Cómo fue sumarte a un grupo nuevo?
Muy fácil, hay muy buena gente. A la semana no te digo que estaba con la confianza a full, pero siempre me hacían un lugar, me dejaban participar como si estuviera con ellos desde siempre. Imaginate que yo llegué, mi primer entrenamiento fue un sábado, el domingo teníamos un nuevo entrenamiento y yo no tenía ni idea como llegar a Quilmes, así que Miguel Caneo y Leandro Díaz desde ese día y durante una semana me pasaban a buscar para que yo pueda recordar el camino. La verdad esas cosas dan mucha confianza, todo se hace más fácil.

Repasamos un poco tus partidos en Quilmes, ¿en cuántos te dirigió Carusso Lombardi?
Solo dos, luego se fue a San Lorenzo. El primero contra Huracán donde solo jugué 10 minutos y el segundo contra Aldosivi que me dejó afuera del banco.

¿Qué se te cruzó por la cabeza en ese momento?
Una bronca bárbara, me quería morir, me parecía que me había salido todo mal, hablé con mi representante para rescindir el préstamo y retornar a Vélez. Pero él me dijo que me tranquilizara, que solo iban dos partidos, que recién empezaba y que todavía había mucho camino por delante.

En esa semana asume rápidamente Omar De Felippe…
Él se presentó un jueves, recuerdo que se venía un fin de semana largo, explotaba Buenos Aires, todo el mundo se quería ir. Salí de mi casa, normal como siempre, pero tuve la mala suerte estaba cortada la autopista Buenos Aires – La Plata, así que tenía que ir todo por abajo hasta Quilmes, tenía GPS pero eso no me solucionaba el problema (risas). Llamé a un directivo que era con quien más trato había tenido hasta ese momento y le pedí que me explicara como llegar, le pedí la dirección para poner en el GPS pero cuando la cargué no aparecía nada, me dije estoy al horno, baje un poco, no recuerdo bien, pero me metí en Avellaneda y estaba todo trabado, veía que no llegaba más, así que me pegué la vuelta a mi casa y no me presenté en el entrenamiento. Así que empecé de mala manera (risas), ese sábado jugamos contra Atlético Tucumán, obvio quedé afuera, ese partido ganamos 4 a 0, el equipo andaba bien así que pensé interiormente, ya está, no tengo más chances (risas).

Pero la historia, por suerte continúo de otra manera…
Yo le expliqué a De Felippe que me había pasado, que yo me manejaba con GPS y con la traba de la autopista me había perdido (risas), por suerte esa tarde todos tuvieron problemas para llegar a horario y el entrenamiento comenzó más tarde. Después las fechas iban transcurriendo y yo ni figuraba. Sentía que me habían pintado, en las prácticas ni jugaba para los suplentes, yo ya me quería volver a Vélez. Pero por suerte después De Felippe me habló y me pidió que no baje los brazos, que me iba a tener en cuenta, que él estaba conociendo al grupo. Recuerdo que pasaron dos partidos más y no me tenían ni en cuenta, entonces un fin de semana no jugábamos, nos tocaba hacerlo el lunes, así que los que no jugábamos entrenábamos sábado y domingo, el lunes partido para mis compañeros, yo estaba libre y el martes era libre para todos. A mí me agarró la loca y después de terminar el entrenamiento del sábado me vine para Leones sin avisar nada. Se armó un lindo revuelo, muchos decían que me había ido porque no quería estar más en Quilmes, así que tuve que salir a declarar que eso no era cierto, que no tenía intención de cortar el préstamo.

¿Cuándo volviste a jugar?
Regresé contra Desamparados de San Juan, tuve la suerte de ingresar y marcar un gol. Después fuimos contra Defensa y Justicia, también entre e hice un gol. En el tercer partido también fui al banco, contra Gimnasia de La Plata, que entré pero en este encuentro me expulsan sin haber hecho nada y me dije otra vez la tengo que remar, me dio mucha bronca.

Regresaste contra Instituto pero con el dato que por primera vez ibas desde el arranque…
Sí, por suerte tuve la chance de jugar el partido que comenzó con nuestra levantada, ganamos dos a cero en Córdoba. En ese partido me quebraron el tabique nasal de un cabezazo, pero pude seguir, me costaba respirar pero no tuve problemas para continuar. Sabíamos que de ganar ese partido íbamos a pelear.

La penúltima ante Gimnasia de Jujuy de local…
En este encuentro tuve la chance de convertir el tercer tanto y en el cuarto di la asistencia. Por suerte ganamos 4 a 0. Encima en esa fecha se dieron resultados positivos, nosotros rogábamos que pierdan puntos para llegar a la última fecha muy juntos todos.

¿Cómo fue esta última fecha?
Sabíamos que era duro, porque no dependíamos de nosotros, ya que para ascender directo además de ganar teníamos que esperar algún otro resultado favorable. Nos enfocamos solamente en ganar, ni preguntábamos como iban los otros partidos. En el entretiempo me moría de ganas de saber como iban los otros pero no lo hicimos porque si nos decían que los demás resultados no nos favorecían por ahí nos caíamos. Pero en un momento del segundo tiempo empecé a escuchar de la tribuna nuestra que gritaron un gol, gritaron otro y un tercero, así que pensé si gritaron tres tenemos que estar casi ascendidos (risas). Yo salí faltando diez minutos, ahí si pregunte como estaban los demás y con el 3 a 2 abajo de Central y el 3 a 0 de Ferro sobre Instituto me alegre porque sabía que obteníamos el ascenso directo.

¿Qué nos podes decir de Aníbal Fernández como dirigente deportivo?
Todos los jueves comíamos un asado y él siempre venía, daba una charla de motivación en cada asado. En todos los partidos de local estaba presente y en la gran mayoría de los de visitantes también. Pero él siempre nos apoyó, siempre confió en nosotros.

¿Cómo es Quilmes a nivel institución?
Una buena institución, por ahí pensé que era menos, la verdad que me sorprendió, las cosas están muy bien, las canchas están en perfectas condiciones, la utilería, la ropa, todo bien ordenado. Contento la verdad porque una institución de esta categoría se merece estar donde logramos clasificarla.

¿Cómo es la verdadera historia entre los jugadores y Carusso Lombardi?
Lo que yo te puedo decir es que su forma de ser a la hora de entrenar queda totalmente de lado. A mi me dolió que me haya llevado y que se haya ido tan rápido, yo por momentos pensaba que iba a quedar pintado. Pero es obvio que el canto que se vio por televisión los jugadores no lo sienten, el grupo tiene un gran respeto por él, es como cuando por ejemplo cantábamos soy de Quilmes, yo no soy simpatizante de Quilmes, pero en ese momento lo cantaba porque estoy jugando ahí y lo canta la gente.

Para la ciudad, este torneo de la B Nacional ha sido muy importante, además de vos también ha salido goleador y está peleando por un ascenso desde la Promoción Gonzalo Castillejos con Rosario Central y también tuvo una excelente participación Marcelo Guzmán con Patronato…
Después que logramos el ascenso, Gonzalo se comunicó conmigo para felicitarme, hablamos un poco de todo, le dije que me imaginaba que debía estar muy golpeado pero que no tenía que bajar los brazos, que todavía tienen una buena oportunidad para conseguir el objetivo. La verdad que lo que hizo “Chalo” en este certamen es una locura, uno sabiendo lo difícil que es hacer goles ver que hizo 26 y fue el goleador del torneo es para recontra felicitarlo. Ojala que se les de en la Promoción, se lo merece, es muy buena gente, yo no tengo muchas posibilidades de cruzarlo pero las veces que lo hicimos hablamos y el gesto que tuvo el sábado fue excelente. Te cuento que arreglamos un cambio de camiseta aca en Leones. Y con respecto a “Chelo” Guzmán, cuando enfrentamos a Patronato en Paraná yo no viaje, quedé afuera, pero como él jugó en Quilmes conoce a los utileros, los médicos y me hizo llegar sus saludos, ellos no consiguieron estar entre los cuatro primeros pero lograron algo muy importante que fue vencer a los cuatro que quedamos arriba.

Ya con el ascenso bajo el brazo, ¿cómo continúa tu carrera?
Tengo hasta el 9 ó 10 de Julio de vacaciones y ahí vuelvo a Vélez para pelear por un lugar. Además del torneo local también tenemos que jugar la Copa Sudamericana.

Si vos tuvieras la posibilidad de elegir, ¿te quedarías en Quilmes un año más o tenés ganas de volver a Vélez?
Sería una linda chance jugar con Quilmes en Primera, supuestamente tendría más chances que en Vélez, pero la verdad que lo que más quiero es jugar en Vélez. Te insisto yo fui a Quilmes porque eran 14 partidos, si hubiese sido por un año no se si iba. Igualmente también se que sería lindo compartir más tiempo con este grupo hermoso que se formó en Quilmes, sobre todo con las palabras que nos dijo Aníbal Fernández, que la idea es desarmar lo menos posible este grupo, que ya cuenta con una base armada.

Sabemos que Sarmiento para vos es muy importante, ¿cómo lo ves a pocos días de tener que jugar una nueva final con Leones?
El domingo voy si o si a la cancha (risas). Siempre de alguna u otra manera estoy al tanto, cuando puedo estar acá un domingo me vengo a la cancha, todos saben que me siento re identificado con Sarmiento, jugué desde chico acá y lo re amo. Demás esta decir que el domingo estoy en la cancha de temprano y más que mi hermano juega la final de Cuarta División así que hay doble motivo (risas).

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