Germán Sciutto sufrió el 20 de marzo la
fractura del peroné de la pierna derecha; luego de ser intervenido
quirúrgicamente, se recupera en San Francisco pensando en llegar bien a
la temporada que viene. “El momento de la lesión fue duro” dice el
nacido en Marcos Juárez que cumplió su cuarto año en Liga Nacional.
Además habló del cariño de la gente de San Isidro.
“Fue la peor lesión de mi carrera”; así abrió la charla Germán Sciutto, nacido en Marcos Juárez pero sanfrancisqueño por adopción. El alero se rompió el peroné el 20 de marzo jugando el primer punto de la serie permanencia defendiendo los colores de Quilmes de Mar del Plata en Río Tercero ante 9 de Julio.
“El momento de la lesión fue duro. Se dio en Río Tercero en el primer partido de los play off de permanencia, estábamos levantando un partido de 26 puntos abajo. Si bien quedaba poco tiempo nos habíamos puesto muy cerca y la desesperación de ir a buscar una pelota casi perdida terminó en un choque. A uno no se le pasa por la cabeza las consecuencias de ir a buscar una pelota así a tan poco del final, la única idea era recuperarla. Diego Gerbaudo me llamó, me pidió disculpas pero no hacía falta porque él no lo hizo con mala intención, se la jugó también a recuperar la pelota”.
Ahora más tranquilo en San Francisco disfruta de su familia y le pone ganas a una recuperación que viene de manera óptima. Primero tuvo que pasar por el quirófano, algo que solo había experimentado cuando sufrió una lesión en el hombro jugando en San Isidro el TNA. “La lesión fue el 20 de marzo y se operó el 22, fue todo muy rápido cosa de no perder tiempo. Esta es mi primera lesión ósea de mi carrera, si bien había tenido un problema en un hombro con un tiempo de recuperación, esta fue la más considerable.”
La recuperación demandará todavía un tiempo más, pero tanto el doctor Emilio Fantín como el kinesiólogo Gustavo Boretti vienen realizando un plan para que Sciutto pueda estar en su mejor condición en las próximas semanas. “La recuperación viene bastante bien, más rápido de lo que pensaba. En los últimos días ya puedo moverme con tranquilidad; algo que me sorprendió porque uno no creía que iba a estar así. El doctor Emilio Fantín siempre me dijo que no me preocupe más de la cuenta porque es una fractura como todas las demás. Se colocó una plaqueta y unos tornillos para asegurar el lugar teniendo en cuenta el trabajo que uno realiza. Lo único que podía haber llegado a complicar las cosas era si los ligamentos se dañaban pero por suerte estaba todo bien.”
Fiel a su costumbre de entregarse por el todo en cada partido, también lo hace en los trabajos que el grupo médico le indica. “Ya cumplimos con la etapa de quinesiología, ahora pasamos a movimientos laterales para ir fortaleciendo la zona afectada. Estamos haciendo natación, trabajos en el gimnasio para ir entrando en ritmo y no perder la forma. La idea es que a fin de este mes de mayo empiece a trotar, para acelerar los tiempos.”
Después de la fractura en Río Tercero, Germán no pudo estar en los otros puntos de la serie con Quilmes, algo que aún hoy se lamenta: “Pasó en ese momento y la bronca sigue estando por no haber podido estar con el equipo en los últimos partidos; estábamos jugando instancias muy definitorias en la cual nadie se tiene que lesionar y me lesioné yo, por eso la bronca. Trato de no pensar más allá, ya pasó el momento más complicado de la lesión dejando al equipo con un jugador menos, pero después uno tiene que entender que esto es deporte y tratar de levantarse para seguir.”
Su temporada había comenzado con la incorporación a Regatas de Corrientes, conjunto que finalmente llegó a las semifinales de la Liga Nacional. Cuando ya se encontraba entrenando bajo las órdenes de Nicolás Casalanguida, los dirigentes correntinos decidieron sumar a Paolo Quinteros, cuando el jugador de la Selección Argentina tomó la determinación de regresar al país. “Fue una temporada muy rara. Arranqué en Corrientes con Regatas y después pasé a Quilmes. No fue de lo mejor de mi carrera, debe ser la peor. Primero estaba con todo por ir a un club que iba a competir a nivel internacional, además de armar un equipo para luchar arriba con un técnico que conocía y que trabajamos juntos en otro equipo. Eso no se pudo dar y luego de estar dos meses entrenando sin jugar, decidí rescindir en lo económico para tener la posibilidad de jugar por eso fui a Quilmes. De estar en un equipo que iba a luchar en los primeros planos, pasé a uno que estaba luchando en la parte baja, de todas maneras eso no me importó para nada y llegué a Mar del Plata con todo el ánimo para aportar a la causa, tratar de sumar con mi experiencia y sacar de esa situación a un club grande como es Quilmes; cosa que finalmente por diferentes problemas no se dio”.
De cara al futuro Sciutto solo tiene en mente recuperarse de la mejor manera para regresar con todo. “Lo principal es recuperarse de la mejor manera, estar bien como si no hubiese pasado nada y seguir mejorando en lo anímico. Dentro de 20 días quiero empezar a correr para ir sumando en lo físico. La verdad no estoy pensando en la próxima temporada todavía; si en recuperarme de la mejor manera y después analizar lo que llegue. El tiempo dirá, si bien me gustaría seguir en Liga Nacional, también existe alguna posibilidad de volver a Italia porque el año pasado no me decidí y desde allá siempre surge alguna chance. Igual todavía falta mucho, las puertas que se vayan abriendo se irán analizando”.
Además de su rehabilitación, el alero de 1.90 metros, se tomó su tiempo para ir a presenciar algunos partidos de San Isidro en los play off del TNA. En uno de ellos donó 5 pelotas para las divisiones inferiores de los “Halcones” y se vio emocionado al recibir una ovación de la gente más una bandera con la leyenda de “Fuerza Germán” mostrada por el plantel. “Me gusta agradecer de alguna manera a los clubes en los que pasé cosas muy lindas. En San Isidro estuve muchos años importantes. Además agradecer el dejarme entrenar sin problemas, le pregunté a “pirincho” (por Beltramo) y siempre sin ningún problema, sino todo lo contrario, me dejó trabajar con ellos. Es algo que uno nunca se lo espera, la ovación de la gente en la cancha, la bandera que San Isidro hizo, más los jugadores que se prestaron apoyando; la verdad que hay mucha gente que te apoya y eso te hace sentir muy bien. Los dirigentes de San Isidro también fueron a la clínica a visitarme más todos los mensajes que recibí de apoyo para la recuperación”.
Por último no quiso olvidarse de agradecer a todos los que lo apoyaron y ayudaron en este momento: “Quiero agradecer al doctor Emilio Fantín por la tención que me brindó, al kinesiólogo Gustavo Boretti por la recuperación que estamos haciendo, al presidente de 9 de Julio de Río Tercero Diego Marín porque se portó espectacular desde que me subí a la ambulancia hasta que me bajé en la clínica. También a Sergio Guerrero de Quilmes, a la familia que siempre estuvo al lado de uno para ayudar, a los compañeros de equipo, a la mucha gente de Quilmes que me dio fuerzas y a todos los que se preocuparon por la situación y me dieron sus palabras de aliento”.
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