sábado, 8 de agosto de 2015

LIGA VILLAMARIENSE - Final vuelta La vida color de rosa

Yrigoyen, el “Rojo”, cambió de color, estuvo más encendido y se quedó con el título, al vencer 2 a 1 a Alem, en Plaza Ocampo. Alem jugó mal y, aunque reaccionó, volvió a perder una final, como en el Provincial

La vida color de rosa
Escriben
Juan Manuel Gorno
Juan Pablo Morre
EL DIARIO
Después de mantenerse calladito y sin apuro durante nueve años, en los que batalló para reinventarse y puso un gramo de expectativa en cada paso, Yrigoyen soltó anoche el grito contenido que lo devuelve a lo más alto del fútbol local, el grito de campeón.
Con el sello de un equipo entero para jugar bien, apelando a la fórmula inefable de la experiencia y la juventud bien conjugada, el “Diablo” se hizo fuerte en Plaza Ocampo y se alzó con la gloria tras derrotar 2 a 1 a Alem, que volvió a quedarse en el umbral del éxito y sumó su segundo subcampeonato en pocos meses, ya que también había perdido la final del Provincial.
Precisamente el “León”, por su oficio en instancias decisivas, su pasado exitoso y la continuidad de un plantel importante con ganas de tomarse revancha, asomaba en la previa con cierto cartel de candidato, sobre todo luego de haber remontado la serie con un 2-1 a favor en la segunda final.
Sin embargo, el conjunto de Tío Pujio -que había ganado 1 a 0 el primer “chico”- jugó anoche como un verdadero campeón, se mostró más sólido y más decidido. Y redujo bastante las posibilidades de Alem, que ni siquiera lo pudo empatar con ese estilo de conjunto aguerrido.
Esta vez al juego lo puso el “Rojo”, que se vistió de rosa, cual si fuera un presagio del color de su vida en este campeonato, una vida apacible, sin grandes sobresaltos y con un rumbo definido.
Organizado
Así como lo hizo en Atlético Ticino en 2013, el entrenador Germán Vicario demostró que sabe armar equipos interesantes y de buen pie. Y anoche lo demostró Yrigoyen desde el arranque, cuando tuvo más la pelota y se hizo fuerte en el mediocampo para borrar todas las ideas del rival.
El doble mérito del equipo tiopujiense es que Vicario debió resignar un hombre clave en el medio como Lucas Morre para ubicarlo en la zaga, en el armado previo del encuentro.
De todas maneras, organizó la línea de volantes con una buena presencia para tocar rápido y buscar casi siempre por el sector derecho, llevando trabajo a la zona defendida por el experimentado Cristian Agosto y a las espaldas de Mayco Dichiara.
Desde esa zona, por ejemplo, ganó un tiro libre a los 6 minutos que José Demichelis, con gran pegada, casi transforma en gol, aunque el palo le negó el festejo.
Alem no supo salir de la encrucijada y abusó del pelotazo; sus defensores estaban destinados a sacar todo, nadie la aguantaba en el medio y arriba los delanteros esperaban algo que nunca llegaba. Sólo Federico Figueroa, a los 15 minutos y tras una pifia de Matías Piovano, tuvo una chance con un remate a colocar que desvió muy bien el arquero David Pauletti con una mano.
Dos minutos después de esa jugada, el portero que no tuvo una buena respuesta fue Matías Gómez, cuando vino un tiro libre a su área, rechazó corto y el rebote le quedó a Alvaro Nieva, que sacó un remate cruzado y marcó la primera emoción de la noche con un gol merecido para Yrigoyen.
Recién después de sufrir esa estocada reaccionó el “León”, con la presión más adelante y una mayor movilidad de sus delanteros, pero eso no alcanzó para generar peligro. Por el contrario, Yrigoyen esperó y salió rápido de contragolpe, con algunos jugadores sumamente inspirados como el lateral Andrés Ferrero. 
Si la velocidad por afuera no surtía efecto, el “Diablo” descansaba en las pausas de Juan Bianchi o el criterio del propio Nieva.
Arriba, mientras, se las bancaba Matías Bendazzi, que estuvo a punto de anotar el segundo cuando encaró, se hizo el espacio y remató de zurda, pero afuera.
Todo al “Fede”
Alem insinuó algo mejor en el segundo tiempo, pero nada importante en lo colectivo, sí en la movilidad de Federico Figueroa, quien se tornó el arma más peligrosa, encarando por izquierda, cuando descansaba Ferrero.
Pero el “Fede” no estuvo acertado en el arco contrario; primero sacó un remate muy elevado, cuando picaba solo, y después no pudo habilitar bien a Martín Porporatto, quien anduvo lejos de su mejor nivel.
En ese momento, Alem entendió que si no podía jugar bien, por lo menos había que tomar riesgos, por eso entró Ricardo Juárez -volante- por Facundo Martín -defensor- mientras los Pedernera salían a presionar bien arriba.
Casi le cuesta caro rápidamente, pero Bendazzi, en un contraataque veloz, le ganó la posición a “Chumpita”, pero perdió con el arquero Gómez, que le ganó el duelo.
No obstante, lo mejor de Yrigoyen vino después, a los 15’: Morre y Bianchi, desde atrás, salieron limpio y el equipo se contagió con seguir tocando, la llevaron desde la izquierda y la terminaron por la derecha, con una aparición formidable de Ferrero, que terminó convirtiendo un golazo, por la acción colectiva, la resolución y lo que significaba la diferencia de dos goles.
Alem fue al frente porque así lo pedía su gran cantidad de simpatizantes que lo apoyaron y por la personalidad de sus jugadores, que no se permitían otra derrota.
La luz de esperanza se encendió a los 24’, cuando Figueroa desbordó otra vez por izquierda y envió el centro que Porporatto cabeceó. Pauletti se enredó en su intento por sacarla y la pelota traspasó la línea de sentencia.
Fue el descuento de Alem, a pesar de las protestas de los tiopujienses, que entendían otra cosa.
De ahí hasta el final, se jugó con el corazón en la mano. Alem tuvo chances de empatarlo (un cabezazo de Porporatto pasó muy pegado al pelo y un centro rasante de Figueroa no pudo ser conectado por nadie), al tiempo que protestó todo para ver si ganaba un penal salvador. Pero Yrigoyen también tuvo situaciones para liquidarlo (Olmedo se perdió un mano a mano con Gómez) y terminó pidiendo la hora porque no encontró eficacia.
En ese contexto de angustia y entusiasmo, cuando el árbitro Maximiliano Stevenot dio por terminado el juego, el desahogo tiopujiense fue enorme y hubo una explosión de júbilo en la tribuna techada. Allí y en la cancha, las lágrimas de emoción coronaron una noche inolvidable para un club que apostó a gente de su riñón para llegar al éxito. Por eso Tío Pujio abrazó su identidad futbolística con orgullo, sin discusiones. 
La figura
Bianchi, Ferrero y Nieva
Yrigoyen tuvo un buen juego colectivo, aunque estos tres jugadores tuvieron un plus por diferentes motivos. 
El experimentado Bianchi (foto) se equivocó en la jugada previa al gol de Alem, pero siempre marcó los tiempos e hizo jugar a sus compañeros. El lateral fue un “motorcito” y marcó un golazo, desprendiéndose por derecha con criterio. Y el ex-Alem hizo el primer tanto y luego jugó con inteligencia.
El árbitro 
Maximiliano Stevenot
El cordobés sacó adelante un partido difícil para dirigir, teniendo en cuenta la cantidad de protestas y las faltas que se cometieron.
Manejó él todas las circunstancias más complicadas, incluso cuando sus asistentes no lo apoyaron demasiado.
En el gol de Alem, quedó la duda por si existió una mano. A la terna le faltó también advertir algunas agresiones sin pelota que se dieron en el encuentro.


TRISTEZA en el fútbol local
De la euforia al desconsuelo
El presidente de Yrigoyen, Alejandro Aveldaño, falleció de un paro cardíaco cuando su equipo festejaba la obtención del título. Tenía 47 años y conducía el club desde el año pasado
De la euforia al desconsuelo

El fútbol local está de luto. El presidente de Hipólito Yrigoyen de Tío Pujio, Alejandro Aveldaño,  falleció ayer a la madrugada como consecuencia de un paro cardíaco que sufrió en Plaza Ocampo y en medio de los festejos por el cuarto título obtenido por su club.
Y lo que era una fiesta inmediatamente se transformó en una congoja inexplicable ante el suceso inesperado y doloroso para el club, pueblo tiopujiense y el fútbol en general. El destino no entendió de la pasión.
“Pomelo”, esposo de Nancy y padre de dos hijas, murió a los 47 años pese a la atención rápida de los Bomberos que trasladaron su cuerpo hasta el Hospital Pasteur, en donde las acciones de reanimación resultaron en vano.
“Se le partió el corazón”, describió el técnico de Yrigoyen, Germán Vicario, inmerso en una profunda tristeza. “Llegás a la cúspide después de tanto trabajo, esfuerzo y en el momento de coronarlo te encontrás con esto… Hubiera sido mejor haber perdido y ahora estar todos juntos”, expresó.
En sus últimas imágenes, Aveldaño celebró con una amplia sonrisa el campeonato. Se mostró dentro del campo de juego con los jugadores, cuerpo técnico y sus pares alzando esa estrella que hacía referencia al cuarto título y que él mismo hizo realizar. Así vivió la final, con una euforia total, porque así era “Pomelo”.
Y de esa manera actuó como directivo, como un tipo simple, trabajador y de carácter para defender sus convicciones y a su amado club, el cual presidió con emprendimiento y arremangándose cuando había que hacerlo.
“Era un gran tipo”, recalcaron sus conocidos y así quedó reflejado en las redes sociales y en las palabras de los diferentes actores del fútbol local, que quedó atónito ante el angustiante e inexplicable suceso.
Condolencias
Al conocerse el fallecimiento de Aveldaño, la Liga Villamariense de Fútbol suspendió la realización de la cena-show prevista para anoche en Silvio Pellico y en la cual se iba a realizar la entrega de premios a los mejores del Torneo Apertura, tanto en Primera como en reserva.
Sumado a ello, anoche fue suspendida la disputa de la 20ma. fecha de la etapa clasificatoria del torneo oficial de divisiones inferiores.
La entidad del fútbol local, en tanto, a través de un comunicado publicado en su portal web, expresó sus condolencias:
“La LVF, con gran dolor, expresa sus condolencias ante el lamentable deceso del presidente del Club Atlético Hipólito Yrigoyen, Sr. Alejandro Aveldaño. Indudable fue su labor y compromiso para con la actividad futbolística de la región; dando cuenta  la impronta de su actividad al coronarse Hipólito Yrigoyen campeón del Torneo Apertura 2015, en el día de ayer (jueves).
En este sentido, desde nuestra Liga le hacemos llegar a los miembros de la institución, familiares, compañeros y  amigos, el más sentido pésame ante la pérdida de su dirigente; acompañándolos en esta lamentable situación”.
“De la felicidad al dolor”
A su vez, desde el propio sitio de Facebook del club de Tío Pujio se conoció la congoja enorme por la pérdida -“inexplicable”- de su máxima autoridad, bajo el título “De la gran felicidad al dolor inmerso”.
El texto expresó lo siguiente:
“Yrigoyen logró anoche el título tan ansiado al ganar 2 a 1 la gran final. ¡Felicitaciones, muchachos! Pero lamentablemente debemos informar el fallecimiento de nuestro presidente, Alejandro Aveldaño, quien en pleno festejo e inmensa felicidad sufrió un paro cardíaco. No podemos creer lo sucedido. Sentimiento de dolor.
Nuestro más sentido pésame para los familiares y amigos de Alejandro. Fuerza y los acompañamos en este duro momento que es la pérdida de este ser tan querido.
QEPD Alejandro Aveldaño. Gracias por todo lo que hiciste por este club. Siempre te recordaremos ‘Pomelo’”.
Además, desde AFUCO, donde Alejandro jugaba en el equipo de Scania/Urbani de la categoría Superseniors, también emitió su pésame e informó la suspensión del partido que debía sostener dicho equipo ante Villa María Repuestos en la tarde de hoy, por la primera fecha del Clausura.
El desaparecido dirigente había asumido la Presidencia de Hipólito Yrigoyen en enero del año pasado (tras ser vicepresidente primero un par de años) y llegada la madrugada de ayer festejaba el primer título de campeón en funciones.
El destino no conoce lógicas y no da explicaciones. “Pomelo” iba a volver a Tío Pujio con una amplia sonrisa de satisfacción y alegría, pero lamentablemente todo se borró en el camino. 


FUENTE


David Pauletti de Bell Ville, arquero del Campeón de la Liga de Villa Maria 

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