Motivación: El Caso Thomas W. Stephan
De 230 kgs. a Finisher del 38º BMW Frankfurt Marathon 2012. “Sólo
aquellos que quieren lo imposible, pueden explotar el potencial de lo
posible”.
Para Thomas W. Stephan, todo comenzó en febrero del
2010, con 230 kg. de peso, y una talla de indumentaria que hablaba por
sí misma: 8XXL. La necesidad de mejorar su calidad de vida, en todos los
aspectos, se había convertido en un objetivo vital y sin dudarlo,
empezó a trabajar para ello.
Primero focalizó en trasbasar los 200 kg. de su propio peso, y lo
consiguió con la ayuda de especialistas médicos. Y luego fue por más.
Comenzó con las caminatas. Después, incorporó algún trote de 100 mts.
entre sus marchas, y gradualmente fue incrementando la distancia a
trotar. De improviso, su mente hizo un click distinto al anterior.
Esta vez, el chasquido fue un sonido mucho más dinámico, en donde le
llegó a parecer hasta un tanto más sencillo, dado que su próxima
zanahoria no estaba puesta en lograr que los números de la balanza le
devolvieran en su visor un peso soñado, sino en la conclusión de un
objetivo deportivo. Anotarse en él era toda una locura, pero fue por
ella. Con sólo tres meses de tiempo disponible para prepararse en su
desafío, Thomas, -hoy con 44 años y 150 kg menos de peso-, recuerda el
primer gran escollo anímico a sortear, al perder su primer combate de
esa gran guerra personal que se había propuesto batallar.
La épica del maratón no sólo convirtió la vida de Stephen; lo hizo renacerEl
km. 25 del Maratón de Frankfurt 2011 lo encontró llorando, abrazado a
la barandilla del puente Schwanheimer, producto la angustia generada por
el hecho de saber que sus fuerzas lo habían abandonado por completo. Su
mente le dictaba órdenes que su cuerpo ya no podía obedecer. Y era su
corazón, el que derramaba lágrimas de impotencia.
Sobreponerse a ese momento no fue tarea fácil; sin embargo, lo consiguió. Resetear su ánimo era cuestión de volver a focalizar en un nuevo objetivo, tal vez el mismo, pero mejor preparado. Y sin más, volvió a sus entrenamientos. Si bien llegó en mejor estado físico, algunas complicaciones relacionadas con las operaciones afrontadas también se hicieron presentes, aunque no fueron ningún condicionante para perder su norte.
Sobreponerse a ese momento no fue tarea fácil; sin embargo, lo consiguió. Resetear su ánimo era cuestión de volver a focalizar en un nuevo objetivo, tal vez el mismo, pero mejor preparado. Y sin más, volvió a sus entrenamientos. Si bien llegó en mejor estado físico, algunas complicaciones relacionadas con las operaciones afrontadas también se hicieron presentes, aunque no fueron ningún condicionante para perder su norte.
La 38° edición del Maratón de Frankfurt 2012 no sólo lo encontró
entre los 16.034 participantes (seis de ellos, argentinos), sino además,
compartiendo el mismo escenario, en tiempo y forma, con el N° 1 de
Maratón, el kenyano Patrick Makau (WR: 02:03:38). Pero realmente, al
único que Thomas anhelaba desafiar y vencer, era a sí mismo. Y en la
gélida mañana de ese día con un cielo absolutamente limpio, nuestro
protagonista volvió a batallar. Corrió y corrió, pensando en vaya a
saber qué… Y de seguro que hasta observó, desafiante, la misma baranda
del puente que lo sostuvo doblegado en el km 25, exactamente un año
atrás.
El sueño del maratón llevó al germano a un camino sistemático de
reducción de peso. No como fin en sí mismo, sino como consecuencia de la
concreción de lo que parecía un logro imposible. La épica del maratón
no sólo convirtió la vida de Stephen; lo hizo renacer. Se quitó no un
hombre, sino dos de encima, modificando absolutamente sus hábitos
alimenticios, tema en el cual, hoy se siente un verdadero experto.
El adversario a batir, -él mismo-, había
sido vencido. Su emoción al pasar el pórtico de llegada que certificaba,
junto a la mítica distancia, el tiempo empleado, fue tan grande, que no
se detuvo hasta conseguir un trozo de la alfombra roja del Festhalle,Thomas
afirma que a menudo recorre distintos puestos de frutas y verduras de
la ciudad, porque a veces se le antoja una u otra especie de manzana, de
las veinte que puede conseguir en los mercados de Frankfurt. 150
kilogramos menos de peso y un nuevo estilo de vida. Come menos, más
sano, y sólo hasta saciarse. Y 880 cms. de cicatrices que testimonian la
eliminación del exceso de piel, junto con el recuerdo de su primera
vida. Ya no cuenta las calorías, ni lleva una dieta estricta. La
moderación y el sentido común hoy son sus aliados.
Thomas W. Stephan concluyó el 38° Frankfurt Marathon
2012 en la posición n° 8864, es decir, antes que prácticamente la mitad
de los participantes. Pero esa estadística poco le importó al germano.
El adversario a batir, -él mismo-, había sido vencido. Su emoción al
pasar el pórtico de llegada que certificaba, junto a la mítica
distancia, el tiempo empleado, fue tan grande, que no se detuvo hasta
conseguir un trozo de la alfombra roja del Festhalle, ese magnífico
gimnasio cubierto emplazado en el corazón de Europa, que se asemeja a un
centro aeroespacial. El caso del germano cobró tanta notoriedad, que
fue motivo de mención en el 1° Foro de Discusión de Expertos, liderado
por los Elite Soren Kah y Jan Fitschen, llevado a cabo hace apenas
cuatro semanas atrás.
Thomas afirma que fue el momento más importante de su vida. Y lo que
es mejor, tiene una nueva zanahoria para alcanzar. Su sueño ya no es
sólo finalizar la próxima edición del 39° BMW Frankfurt Marathon 2013,
el día 27 de Octubre del corriente año.
Hoy, está centrado en batir su 04:43:43. Para
cualquier persona, maratonista o no, apenas una fracción de tiempo más.
Para Thomas, el período mensurable que no sólo le demandó renacer, sino
además, hacerlo erguido.
Sobre el autor
Por Marcelo De Bernardis
Contacto: emedebe@sion.com
Contacto: emedebe@sion.com
Marcelo fue corresponsal acreditado para atletas.info en el 38°
Frankfurt Marathon 2012. La misma fue redactada con información
suministrada por Uwe Martin, (PR & Kommunikation BMW Frankfurt
Marathon). Todos los derechos reservados.
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