Con un marco
acorde a la finalísima del Provincial, Complejo sigue marcando un camino
ascendente y triunfal hacia el título mayor, ganando el primer
enfrentamiento por 79 a 74 a un sorprendido e irresoluto Ameghino de
Villa María.-
El verde que acompaña a la casaca de los
posenses es como la promisión, un color vivo y profundo, sintetizando
el fuego en eso de encenderse a pleno en la condición de
visitante.- Exponiendo un basquet sólido, cauto, audaz y prolijo,
su rendimiento se basa en dos instancias muy concretas, relativamente
sencillas y de alta valoración técnica.-
Las mismas consisten
en la flema para armarse defensivamente y el tratamiento prolijo de la
pelota, en cuanto a jugarla para el aprovechamiento integral de los
veinticuatro segundos, hacia la oportuna y medida posición de tiro,
elogiando a sus dos cultores del juego, nos refermos a Chahab y Flores.-
Resaltan
entoces nítidamente las escasas pérdidas, situación que inclina una
ventaja en el juego, perturbando al oponente, quitándole ritmo y
movilidad, dandole vida a esa combustión que configura una tentativa
heroica.-
Al no poseer alturas siderales, aparecen los que
con pujanza y vigor se juegan en los rebotes, Cerutti-Rosatti-Pistochin,
siempre con la consigna de acosar la traslación del adversario, a fin
de intentar la recuperación de la deseada "herramienta".-
Por
otro lado es preocupante el quedo y la desatención de los
villamarienses, por momentos atrapados en un desorden fuera de todo el
contexto realizado en las distintas fases del torneo, traducido en el
puesto de privilegio con el que arriba a esta final.-
Esta
cuarta victoria en condición de visitante, no tuvo discución alguna,
tampoco las hubo, la solvencia de Complejo expuesta en este primer acto,
sin ser deslumbrante, sus merecimientos se agrandan por la solidez de
sus esquemas, en el marco de una saludable paciencia cuando los mismos
no aparecen, que se valorizan por su sencillez y contundencia.-
JUAN CALOS LICARI
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