Fué con el clima característico que están brindando Ameghino de Villa María y el Complejo Deportivo de Justiniano Posse, en la finalísima de la Edición 17 del Provincial de Clubes al mejor de siete enfrentamientos.-
Es una clara muestra con una sensación plena de jugarae al todo o nada, aquello que conforma la inmensa espectacularidad de la final, con un pasaporte de indudable gravitación en la vida de las dos instituciones como lo es formar parte del tercer escalón, Torneo Federal, de la Liga Nacional.-
Debemos dejar de lado mencionar un comentario técnico de esta segunda versión y más pedirles a los protagonistas jugar con serenidad, cuando una temporada entera de ensueños y preocupaciones, ambiciones y nervios, se acumulan con una desbordante gravitación.-
Ese peso lo sintió mayoritariamente el conjunto villamariense por la derrota del viernes, de ahí que planificó un arribo ofensivo abriendo la defensa zonal de los posenses, advertida situación de que no era conveniente apelmazar en demasía la circulación bajo los tableros.-
Comenzó a punzar vía Aristimuño y Verón, mientras aparecía la demoledora media y larga distancia de Ricardo Lástrico, en una noche excepcional. Apareció entonces Complejo, luego de rondar desordenadamente, mejorando marcas, el goleo y acierto en los cambios.-
Globalmente el desarrollo entró en un vértigo que lo tornó atrapante, donde las diferencias en materia de guarismos al entrar en el cuarto final en favor de los locales, 77/65, suponía brindarle tranquilidad.-
Apareció entonces un Complejo con su temperamento y precisión que es su marca registrada, niveló las acciones y el dramatismo de los minutos finales, tanto en el campo de juego y fuera del mismo, alcanzó picos emocionales de alto voltage.-
El minuto y medio final fué crepitante, a puro fuego, que comenzó a inclinarse para un Ameghino más entero, teniendo en cuenta las bajas decisivas por faltas de las dos manijas de Complejo, Chahab y Flores, que lo desarticuló definitivamente y allanó el camino para un 98 a 92 e igualar la serie.-
En resumen, las dos jornadas, viernes y domingo, fueron enfrentamientos donde se sobrepusieron a detalles circunstanciales, porque lo permanente fueron el suceso, la espectacularidad y el ritmo vertiginoso, esperando y deseando que el tercero y cuarto, se repita en Justiniano Posse.-
FUENTE JUAN CARLOS LICARI
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