Las concentraciones de seleccionados juveniles, para
cualquier deportista, significan una oportunidad única. Es el primer
contacto con la elite, un acercamiento a un mundo al que anhelaron
pertenecer desde pequeños. Para Leandro Bottasso (27), bellvillense, el mejor velocista del ciclismo argentino, y Cristina Greve (26), correntina, la más completa corredora del país, significó todo eso y, además, la posibilidad de conocerse.
“Nos conocimos arriba de la bici, en una concentración de juveniles. De novios nos pusimos un tiempo después”, cuenta Cristina.
–¿Quién dio el primer paso?
–La dama, pero por mi timidez quizás (Leandro).
–Se fue dando, éramos compañeros, luego amigos y terminamos de novios (Cristina).
–La dama, pero por mi timidez quizás (Leandro).
–Se fue dando, éramos compañeros, luego amigos y terminamos de novios (Cristina).
Los dos recuerdan lo que sucedió hace ocho años y se ríen. El presente los encuentra acompañados: por ahí anda Ramiro y sus cuatro añitos, montado a una bicicletita que ya conoce de victorias. “Me
enteré que estaba embarazada en San Juan, corriendo una Vuelta de ruta.
Terminé la carrera y paré de competir, pero seguí pedaleando hasta los
siete meses. Salía una hora por día, de paseo”, dice Cristina. “El médico le dijo que si no le molestaba, estaba bueno que pedaleara, que lo hiciera, que le servía a ella y al bebé”, agrega Leandro.
Es muy probable, entonces, que Ramiro sea ciclista. Y de los buenos. “Es muy difícil el ciclismo, en todos los sentidos. Sería bueno que a él le guste y sería lindo que corra”, apunta papá. “Mucho no le insistimos, pero los dos queremos que corra. Lo llevamos a la pista del Bell y él sale chocho a pedalear”, señala mamá.
Bell Ville es la penúltima estación antes de viajar a los Juegos
Odesur de Chile. Antes del desafío sudamericano, espera una última
concentración.
“Estoy en un buen momento. Serán mis segundos
Odesur, porque en el anterior no pude participar por el embarazo. La
Federación está apoyando mucho al ciclismo femenino y voy con muchas
expectativas”, dice Cristina. “Es uno de mis mejores momentos,
en lo deportivo y en la vida cotidiana. Estoy con la cabeza despejada y
pensando sólo en la bici”, sostiene Leandro.
Ramiro, inquieto, apura el final de la nota. El almuerzo espera a una pareja que sueña adentro y afuera de la pista.
La fortaleza y la sapiencia
Los Juegos Panamericanos de Río de Janeiro 2007 guardan recuerdos disímiles para la pareja. Leandro Bottasso fue medalla de bronce en Keirin, pero Cristina Greve sufrió una caída en Vueltas Puntables con serias consecuencias: fractura en la cresta ilíaca (cadera).
Los Juegos Panamericanos de Río de Janeiro 2007 guardan recuerdos disímiles para la pareja. Leandro Bottasso fue medalla de bronce en Keirin, pero Cristina Greve sufrió una caída en Vueltas Puntables con serias consecuencias: fractura en la cresta ilíaca (cadera).
Tras la grave lesión, Cristina quedó embarazada y ahora está de nuevo en la elite del ciclismo femenino.
Sobre ella opina Leandro: “Es una corredora bastante completa. Es muy
segura, sabe lo que hace y es muy aguerrida. El temperamento es lo más
fuerte que tiene”. Y esto dice Cristina de Leandro: “Es excelente en su
especialidad. Corre siempre con la cabeza muy abierta y sabe qué tiene
que hacer arriba de la bici. Es muy seguro”.
–Leandro, ¿cómo es Cristina mamá?
–Una grande para Ramiro.
–Una grande para Ramiro.
–Cristina, ¿cómo es Leandro papá?
–Estando con Ramiro es una criatura más.
–Estando con Ramiro es una criatura más.
FUENTE
No hay comentarios:
Publicar un comentario