No sólo de inédito, sino de sugestivamente atrayente, lo que vivimos
anoche en Justiniano Posse con la espectacular victoria del Atlético
sobre Complejo deportivo por 91 a 79.-
Desde el inicio apreciamos el enfrentamiento de dos estilos claramente diferenciados. El del ritmo trepidante, con una marca presionante y penetraciones de los hombres del perímetro en los locales contra un juego controlado, agotando al máximo la posesión del balón y con una muy alta selección de tiros efectivos por parte de la visita.-
La lucha táctica se centraba en ver cuál de los dos equipos conseguiría imponer su ritmo de juego y controlar así el desarrollo del partido. Los riotercerenses interpretaron al pie de la letra su papel, obteniendo un alto nivel de eficiencia, frente a un Complejo errático y por momentos maniatados por un desorden en todo su andamiaje.-
El primer cuarto con un Atlético imparable en el goleo, lo ganó 30 a 20, era de esperar la reacción de los locales que ganan el segundo 28 a 23 y colocarse en desventaja por cinco puntos, 48 a 53 en el tiempo del descanso largo. El tercero siguió mostrando a un Atlético aferrado al esquema que lo llevaba a prevalecer, la pelota jugada al límite del tiempo para tirarla y convertir tanto de dos como de tres.-
Lo inofensivo de Complejo fué por momentos alarmante, las indecisiones tanto en defensa como en ataque, fueron aprovechadas al máximo, por un rival con exponentes de alta experiencia que jugaron ceñidos a los patrones tácticos previos, con una distribución de responsabilidades predefinida y muy clara, donde varios asumieron la responsabilidad de anotar dándole a la ofensiva un peso específico muy importante, que el tablero lo remarcaba, Complejo 17/ Atlético 24, para entrar en el definitorio con 14 puntos de ventaja 65/79.-
El tímido aliento del público local no "despertó" a sus jugadores, todos esperaban a un Complejo jugarse las últimas cartas en un acercamiento en el tanteador, pero la misma no llegó, la victoria del Atlético se produjo fluidamente y con todos los merecimientos del caso, perdió el cuarto 14 a 12, pero estampó una festejada victoria por 91 a 79.-
Mérito, pues, a una conjunción aguerrida donde sobresalieron varios de una alta eficacia, que en la contextura vital del equipo recibieron la colaboración muy efectiva de los que vinieron del banco. Lo de Complejo es preocupante, tercera derrota consecutiva, dos de local, aquel potencial de la primera rueda no aparece, la discontinuidad, la funcionalidad como equipo, la baja producción de varios integrantes y la pérdida de ese mecanismo en general vigoroso durante todo el juego, llevará al lógico replanteo para retomar el camino hoy perdido.-
Desde el inicio apreciamos el enfrentamiento de dos estilos claramente diferenciados. El del ritmo trepidante, con una marca presionante y penetraciones de los hombres del perímetro en los locales contra un juego controlado, agotando al máximo la posesión del balón y con una muy alta selección de tiros efectivos por parte de la visita.-
La lucha táctica se centraba en ver cuál de los dos equipos conseguiría imponer su ritmo de juego y controlar así el desarrollo del partido. Los riotercerenses interpretaron al pie de la letra su papel, obteniendo un alto nivel de eficiencia, frente a un Complejo errático y por momentos maniatados por un desorden en todo su andamiaje.-
El primer cuarto con un Atlético imparable en el goleo, lo ganó 30 a 20, era de esperar la reacción de los locales que ganan el segundo 28 a 23 y colocarse en desventaja por cinco puntos, 48 a 53 en el tiempo del descanso largo. El tercero siguió mostrando a un Atlético aferrado al esquema que lo llevaba a prevalecer, la pelota jugada al límite del tiempo para tirarla y convertir tanto de dos como de tres.-
Lo inofensivo de Complejo fué por momentos alarmante, las indecisiones tanto en defensa como en ataque, fueron aprovechadas al máximo, por un rival con exponentes de alta experiencia que jugaron ceñidos a los patrones tácticos previos, con una distribución de responsabilidades predefinida y muy clara, donde varios asumieron la responsabilidad de anotar dándole a la ofensiva un peso específico muy importante, que el tablero lo remarcaba, Complejo 17/ Atlético 24, para entrar en el definitorio con 14 puntos de ventaja 65/79.-
El tímido aliento del público local no "despertó" a sus jugadores, todos esperaban a un Complejo jugarse las últimas cartas en un acercamiento en el tanteador, pero la misma no llegó, la victoria del Atlético se produjo fluidamente y con todos los merecimientos del caso, perdió el cuarto 14 a 12, pero estampó una festejada victoria por 91 a 79.-
Mérito, pues, a una conjunción aguerrida donde sobresalieron varios de una alta eficacia, que en la contextura vital del equipo recibieron la colaboración muy efectiva de los que vinieron del banco. Lo de Complejo es preocupante, tercera derrota consecutiva, dos de local, aquel potencial de la primera rueda no aparece, la discontinuidad, la funcionalidad como equipo, la baja producción de varios integrantes y la pérdida de ese mecanismo en general vigoroso durante todo el juego, llevará al lógico replanteo para retomar el camino hoy perdido.-
INFORMEJUAN CARLOS LICARI
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