Transcurrió su niñez de pibe humilde, que jugaba a la pelota de la mañana a la noche en el barrio de toda su vida, el bosque bellvillense y constituirse en los primeros años patrimonio del Club A. Talleres. Esos primeros pasos fueron modelando su personalidad y le permitió abrir la puerta de un camino promisorio.-
Desde su inicio jugaba como propietario del lote que pisaba. Sin complejos, duro, dominante, impulsivo, no era de los que se aplastan, sino de los que tenian levadura. De pierna fuerte y esfuerzo prolongado, de sinceridad dentro y fuera de la cancha, de silencio y respeto por los compañeros legendarios de esos tiempos.-
El paso de los años, fueron tallando la carnadura de un jugador, que más temprano que tarde, iba a componer la postal más clara de un auténtico defensor, compartiendo la alegría y la frustracción, comprendiendo que el futbolista esconde, como cualquier contingencia cotidiana, la luz de formar parte de célebres equipos y la sombra de los grandes olvidos.-
Su llegada al Club A. y B. Bell y de allí al seleccionado de La Liga Bellvillense, sirvió para estrechar lazos entrañables con amigos que comenzaron a escribir la historia grande del fútbol bellvillense. Nombrar a Enrique "pepón" Margarit, Luis Enrique Moncada, Manuel "el cocodrilo" García, Enrique "el mago" Gandullo, Osvaldo "el ñato" Frascarolli, Marcelo Gutierrez, Hector "el toti" Sanchez, José "el tolo" Rossi, Juan Carlos "el etiope" Miranda, Hector "el pele" Marquez, y muchos más, constituían lo más granado de un grupo de auténtica y reconocida capacidad futbolística donde "El Mario" a fuerza de coraje y entrega, era parte importante de esa sinfonía de un fútbol exquisito, atrayente y ganador.-
Esa pléyade de grandes jugadores que corformaron una escuela futbolística propia y exclusiva con patente bellvillense, recorrieron exitosamente la provincia y fuera de ella, brindando satisfaciones inolvidables a simpatizantes de Leones, J. Posse, La Carlota, Camilo Aldao, Las Parejas, General Cabrera. Eran los refuerzos que los clubes de esas ciudades y localidades, contrataban para hacer realidad la obtención de un campeonato, partiendo de la que entonces se denominaba "línea media", historia con marca registrada:MONCADA-MARGARIT-KEMPES virtuosos, compendio de calidad y guapeza, grandes para cualquier tiempo del fútbol.-
Cuando le preguntábamos a Mario sobre lo que significó el fútbol para su vida, hacía referencia a inolvidables duelos que como refuerzos salvadores debían sostener con legendarios jugadores que habían jugado en el fútbol grande. Agregaba que la costumbre a las tensiones por los viajes semanales, la falta de ese sonido especial de una hinchada, la alegría de un triunfo y el dolor de la derrota, lo sintió de sobremanera al abandonar la práctica activa.-
PERO AGREGABA QUE PUDO SUPERAR EL MOMENTO, CUANDO AVISORÓ ALLÁ POR 1970, QUE UN KEMPES TOMARÍA LA POSTA PARA INSTALARSE EN LA HISTORIA DEL FUTBOL ARGENTINO, NADA MÁS Y NADA MENOS QUE MARIO ALBERTO "EL MARITO" QUE FUÉ SU MAYOR ORGULLO. ESTAMOS IMAGINANDO QUE EN ALGÚN LUGAR DEL MAS ALLÁ, ESTARÁ COMPARTIENDO Y REVIVIENDO AQUELLOS ENCUENTROS CON ESA CLASE ESPECIAL QUE HICIERON UN CULTO A LA VERDADERA AMISTAD Y QUE SE AUTOTITULABAN "LOS COLOMBIANOS".-
EN NOMBRE DEL PONDERADO FUTBOL BELLVILLENSE, QUE DESCANSES EN PAZ.
INFORMEJUAN CARLOS LICARI
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