lunes, 10 de octubre de 2011

Relato Ultra Trail Du Mont Blanc 2011. Envia Juan Ricardo Ferrero, Bell Ville, Córdoba

Relato Ultra Trail Du Mont Blanc 2011. Por Juan Ricardo Ferrero.

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“Dos viajes a Europa. Parece simple de decir, pero un sueño requiere de todo eso. Viajes y todo una preparación con un determinado objetivo nos lleva a dejar cosas de lado y cambiar nuestros hábitos. Un objetivo planteado requiere de todo un esfuerzo, no sólo personal sino familiar. Entrenamientos largos, carreras previas hechas en pos de ése gran sueño. El año pasado sólo pude cumplir con 21K hasta Saint Gervais, y se frustra todo un gran primer esfuerzo. Con bronca, pero sabiendo que iba a volver me fuí de Chamonix, sin cumplir con la carrera de los superlativos cómo la llaman. Podría volver, me preguntaba. Desde el mismo dia de la cancelación en el 2010, no dudé en volver. Y sí, pude volver y el 2011 fué para mí. En el avión que va desde Londres a Madrid y con varias horas por volar hasta llegar a Bell Ville, mi querida ciudad, dije, voy a contar a mi familia y a los amigos que sienten lo mismo que yo, lo que un simple tipo puede hacer cuando sueña con algo. Algunos se aburrirán, otros no entenderán lo que uno siente, a otros les gustará; simplemente quiero compartir la pasión por correr. Los entrenos, la nutrición, las carreras, los horarios fueron pensados estos dos años para poder cumplir el sueño de ser FINISHER en la Ultra Trail Du Mont Blanc. Dicen la ultra trail más dura del mundo. Tengan en cuenta que hubo un abandono del 52 % de corredores de un total de 2367 que fueron de la partida. Un clima demasiado duro. En las nueve ediciones que se celebraron reflejan los mismos números. Asusta con sólo pensar sus detalles. Requiere dureza mental, más que física. Te rompe la cabeza, no termina nunca. Siempre falta un poquito más. Nunca me olvidaré del Allez, Allez del habitante de los Alpes. Ellos te alientan en todo momento. Admiran a todos y cada uno de los corredores que pasan por sus patios, establos. Viven y sienten lo mismo que vos. Te alimentan, te ayudan. Te quieren tocar cómo si fueras único. Y sí, te hacen saber siempre que te admiran. Son unos fenómenos. Nenes, padres, abuelos. En éste relato dejaré un poco de lado lo estadístico, ya que quiero que Uds. vean lo que se siente llegar luego de 170K. Dos días y dos noches sin parar con la bandera argentina en la meta. Si vieron las fotos, se darán cuenta de ello. Desde Bell Ville a Chamonix hay varias horas. Las dejaré de lado. Lo primero que hago cuando llego a Chamonix viendo el arco en la plaza principal, agradecer a Dios por haberme permitido estar allí por segunda vez. Llego al mismo hotel del año pasado el Park Suisse Hotel, y cuelgo en el balcón la bandera argentina. Una de las primeras en flamer en esos balcones. Ahí nomás al face, para expresar a todos que había llegado. Gustavo Reyes, Patrick Valcarsel – un argentino de Escobar medio español -, Lou, Ana – portuguesa ella, que vive en la zona -, Adrián Gerace de Carlos Paz que corria la CCC, Daniel Rastelli de Neuquen, Sergio Moya de Buenos Aires y otros que nombraré. Charlas y más charlas en el hall del hotel. A reunirnos en la JUNTADA LATINOAMERICANA en la Expo Maraton. Allí a las 20.00 hs. nos juntamos varios, y de varios países. Gente conocida del face, pero no personalmente. Solamente conocía a Sergio “el negro” Moya del año anterior, y eramos los únicos que volvíamos a Chamonix. Un gran tipo. Este año con su señora Fernanda, una maravilla de persona. Compartieron la espera con mi gran compañera de viaje y aventuras. La que me esperó por ella, por mis hijos Enzo y Sofía, por mí y por todos Uds. en la llegada luego de 44 horas, 20 minutos 02 segundos. Charlas, estrategias y demás nos arrojaron a la previa de la carrera. Gustavo Reyes que conocía en persona de varias carreras, me dice por mensaje privado “Estas en el hotel, no me siento muy bien, tengo fiebre”, dále venite. Patrick, que sólo conocía del face “che, voy para allá”. Nos juntamos en mi habitación, la 302 y disfrutamos del momento. Gustavo un grande, trataba de demostrarnos que estaba mejor, pero nada de eso, no era su día. Parecía una broma del destino, el mejor quedaría fuera de la carrera por una caprichosa gripe. No obstante, luego de una gran alegría para mí los despedí, y me encontré con Lou. Excelente mujer, me dió algunos consejos y quedamos vernos al otro día para largar la carrera a las 18.30. No fué así, llovía mucho y se pospuso para las 23.30 hs. Dije, otra vez sopa. Miraba por la ventana y era un diluvio. Me dije, no me van a sacar de la carrera así nomás. Me alisté con lo mejor que tenía, y a la largada. En frente de la Iglesia nos encontramos con Sergio y Patrick, fotos y comienza a sonar La Conquista del Paraíso, lluvia y más lluvia. LARGAMOS. No tenía un plan de carrera, les digo la verdad. Sabía que tenía que llegar, me tomaría mi tiempo. No me apuraría jamás. Nunca me importó en ésta carrera el puesto que ocuparía al final. Sólo era llegar. No habría tercera vez. No tenía que fallar. Mis hijos esperaban mi llegada. Nunca los defraudaría. Todo ésto fué lo que me daba la fuerza suficiente para seguir en los peores momentos. Les Contamines, Sain Gervais. Cada vez había más barro y llovía sin parar. Yo siempre pensando en comer, y beber. El único plan fue ése, cuidarme desde el principio. Ya en el amanecer del 27 empezó a salir un poco el sol. Los grandes Coles La Bohome, el de la Seigne, el gran Col Ferret … En éste trail se “sube y se baja”, cómo la palabra lo indica. Es duro por la cantidad de km. pero también por el desnivel que se acumula. A la altura de Cormayeur estaba en la mitad de la carrera. Llegamos al puesto de asistencia, y me encontré con Beby. Estaba fuerte luego de pasar los 80K. Primer ultra para mí. A empezar de nuevo. Chau, y sigo mi camino. Unas fotitos y avanti. En La Fouli, se me vino el mundo abajo, no tenía más fuerzas para seguir. Estaba terminado. Con frío, temblaba cómo una hoja. No tenía ni ganas de comer. Al límite del cierre del PC. Sigue, sigue me dice un voluntario en francés. Y dije, sí. Me levanté y seguí. Que me ayudó, mis hijos, Beby y pensar en todos los que seguían de cerca al loco este, al loco del face que deja sus entrenos en cuenta regresiva, cómo si le importara a alguno. Bueno, sé que a algunos les gustaba e importaba. Perdón por ellos. Aguante Ferrero, siga no sea cagón amigo. Ya en la segunda noche. De ahí en adelante no dudé, en que iba a llegar. Esperaba que pasaran los kms. simplemente. De a ratos me dormía caminando. Sí, es increíble. Argentieri, último PC. Ya no me importaba nada. Seguía y seguía. Por allá en francés me decía un voluntario, por allá es la llegada. Siga, Siga. Allez, Allez, Allez la gente abarrotada en las barricadas. La emoción fué única. Llegar en una carrera cómo ésta, fuera de tu país, no es lo mismo. Se siente, se siente en serio. Gente que te tocaba las manos, te agradecía que corrieras en el patio de su casa. Cómo si fueran pocas las emociones en la línea de llegada estaban Gustavo Reyes e Ignacio “Rata” Di Lorenzo esperando a los pocos argentinos que llegabamos a la meta. Bravo Ricky, vamos Argentina. Me hicieron sentir que el mejor de la Argentina era yo. Unos grandes los tipos. John Tidd y su compañera, otro grande. Bueno, chaleco de finisher, ya que no hay medalla; es eso, lo que es la Mont Blanc. Es la carrera de los SUPERLATIVOS. Unica por donde se la mire. Habrá otras. Otros retos. Pero ella será para mí el gran SUEÑO CUMPLIDO. Agradezco a todos los que me acompañaron, desde corredores hasta amigos de la vida. 

El día 15 de Octubre del corriente año, participaré de la denominada ULTRAMARATON DE LOS ANDES en la modalidad 80K en la Cordillera de los Andes, Santiago de Chile. Es una carrera de endurance running que contempla las distancias de 5K, 10K, 21K, 50K y 80K de longitud, en circuitos insertos en la montaña, específicamente en la base del Cerro Manquehue, comuna de Vitacura. Este Endurance Challenge es parte de un circuito internacional de carreras organizado por The North Face y que busca promover la actividad física en la naturaleza de forma segura y responsable, aplicando la filosofía del mínimo impacto y también fomentar la práctica del trail running o uso de senderos de montaña, existentes en el área de Santiago. Luego de participar y ser uno de los tres argentinos en llegar a la meta en la Ultra Trail Du Mont Blanc 2011 en Francia, participo nuevamente en Chile de la serie que realiza la marca a nivel mundial. Gracias. 

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