“El fútbol es una manera de vida”
“Siempre fui de menor a mayor”, “tuve una mujer de fierro que siempre me acompañó” son frases que Mariano Toedtli dejó en el transcurso de la entrevista que se llevó a cabo en la redacción de El informante. Actualmente en el Cádiz español, el “Ñato” comienza a ver su retiro más cerca debido a una lesión en su espalda que lo tiene a mal traer desde hace unos años. Un repaso de toda su carrera futbolística y de su vida, como el define al fútbol.
¿Cómo fueron tus comienzos en el fútbol?
Comencé de grande, empecé a jugar en Sarmiento en la Quinta División. Hice los pasos de Quinta, luego Cuarta hasta que en 1993 jugué algunos partidos en Primera. Jugaba junto a grandes compañeros y amigos como Luciano Del Arco, “Patito” Augusto, Gabriel Cambiagno, “Dipa”, “Zurdito” Serra, Sebastián y Mario Neira, entre otros.
¿Qué recordas de tu debut en Primera con la camiseta de Sarmiento?
Fue en Inriville contra River por el campeonato de la Liga del Sur y el director técnico era Raúl “Nongo” Perín. El encuentro finalizó 1 a 1 y yo anoté el tanto de nuestro equipo.
Tras algunos partidos en Sarmiento tu primera incursión fuera de la ciudad fue Newell´s, ¿qué recordas de aquel paso?
En Junio de 1993, Eduardo Lombardi llevó a probar varios chicos al predio de Bella Vista que tiene Newell´s Old Boys. Tras esa prueba me volvieron a realizar otra y luego me confirmaron que en Enero debía quedarme. Comencé en Quinta División, en los primeros meses me costó un poco adaptarme ya que era la primera vez que salía del pueblo, si bien Rosario no es una gran ciudad como Buenos Aires, me costó adaptarme. Es muy difícil la adaptación porque como digo yo “sos uno menos, más que uno más”, la pensión quedaba en calle Santiago y Montevideo, al lado del Parque, allí dormíamos en una habitación muy chica seis personas, es difícil pero te puedo asegurar que se aprende muchísimo. En esa pensión vivían grandes jugadores que salieron de Newell´s como Gabriel Henze, Walter Luján (ahora Samuel). Pero algo que rescato de aquellos años de vivir en una pensión es que si bien cuesta, es algo positivo en la vida de un futbolista ya que sirve para juntarse entre los pibes y se la pasa bien. Yo de algo que era muy conciente, es que había varios jugadores mejores que yo y que estábamos todos luchando por lo mismo, así que todos los días tenía que dar lo mejor de mí. Digo así porque mi categoría fue muy fuerte y llegaron varios a Primera División como Guillermo Álvarez (arquero), Fabricio Fuentes, Diego Crosa, Damián Terés entre otros. En total estuve dos años y medio en Newell´s, donde llegué a jugar dos o tres partidos en Tercera.
Luego del paso por Newell´s, ¿cómo surgió la idea de ir a Douglas Haig de Pergamino?
Tras los dos primeros años en Newell´s, el préstamo entre Sarmiento y la institución rosarina tenía un vencimiento y Newell´s debía pagar por la opción de mi pase. Yo en ese momento estaba en Tercera pero al haberse vencido el préstamo ya no iba a poder jugar. Cuando llegó Junio, ya habían arreglado a jugadores para disputar el próximo torneo. Para darles continuidad a estos jugadores armaban equipos mezclados con chicos de las inferiores y en uno de esos encuentros me tocó viajar hasta Pergamino para jugar un amistoso con Douglas Haig. Esa tarde tuve un buen partido, una vez que regresamos por cosa del destino la mujer que trabajaba en la pensión tenía buena relación con Andrés “Tito” Rebotaro que había sido el técnico de ese partido y fue quien escuchó que de Douglas Haig habían preguntado por mí, se lo comentó a la encargada de la pensión que fue quien me lo dijo a mí. Pero desde el club jamás me dijeron nada. Ese fin de semana volví y se lo comenté a mi papá, al instante me dijo que porque no llamaba al club y yo le dije que ni loco. Recuerdo ese momento, estábamos en la carnicería de mi papá que estaba frente a la escuela Manuela Pedraza, en ese instante que le dije que yo no llamaba me dijo quédate acá, fue, llamó y pidió hablar con el Presidente que le dijo que me vaya a hacer una prueba. Al lunes estaba en Pergamino realizándome la prueba y quedé en Douglas para disputar el Torneo de la “B” Nacional.
En ese momento que arribaste a Douglas Haig, ¿te diste cuenta que tu futuro estaba en el fútbol?
Sí, ya tenía 20 años y había logrado sumarme a un equipo profesional de la segunda categoría de nuestro país. El técnico de aquel equipo era Ángel Celoria y afortunadamente me pude sumar de buena manera a ese plantel. En ese momento Douglas le compró el pase a Sarmiento, que todavía no se si se lo pagaron (entre risas). Estuve 6 meses en el conjunto de Pergamino y allí una dupla empresarial le compró mi pase. En esa etapa tuve un buen rendimiento donde debuté en Cipolletti y convertí mi primer gol con la camiseta de Douglas.
Tras esos seis meses, ¿cómo continuó tu carrera futbolística?
Uno de los dueños de mi pase era de La Plata, entonces a principio de año me llevó a entrenar a Estudiantes en la época que el técnico era el “Profe” Córdoba, estuve un mes y pensé que me iba a quedar allí pero me mandaron a jugar a Cipolletti en el Nacional “B”. Tuve una buena temporada donde convertí 16 goles.
Luego de Cipolletti te llegó la oportunidad de jugar en la Primera División del Fútbol Argentino en Huracán, ¿cómo fue esa experiencia?
Lo de Huracán surgió porque el otro socio de mi pase conocía a Oscar López y Oscar Cavallero, la dupla técnica en ese momento del Globo, graciositos los viejos, eran malos, te mataban. Se ponían los días lunes en el círculo central de la cancha, ellos dos sentados arriba de una pelota y nosotros alrededor esperando que hablaran con nosotros, charlaban entre ellos bajito y a lo mejor estaban media hora y nosotros esperando que nos dijeran algo, pero te aseguro que cuando nos decían algo nos mataban (risas). Mi paso por Huracán fue en el año 1998, la verdad que jugué muy pocos partidos, en total convertí dos goles, uno de ellos a Argentino y el otro a Talleres de Córdoba, ambos en nuestra cancha. La experiencia personal fue muy buena desde jugar en los mejores estadios del Fútbol Argentino hasta compartir vestuario con jugadores que llegaron a ser muy importantes en nuestro fútbol como “Cuqui” Silvera, Sixto Peralta, “Rolfi” Montenegro, Gastón Casas. En lo grupal fue un año malo ya que descendimos, el equipo había arrancado con 12 puntos en contra y fue muy difícil tratar de revertir esa situación.
Después del paso por Huracán, llegó tu primera experiencia internacional…
Mi primer paso en el viejo continente fue en Portugal. Esto se desencadenó debido a que tras el alejamiento de López - Cavallero como dupla técnica arribó al equipo Carlos Babington, no me tuvo en cuenta y me mandó a jugar a la Tercera. Disputé 6 partidos allí y convertí 9 goles, Claudio Morresi era el técnico. Afortunadamente para mí, había un portugués que vino a ver jugadores de Primera, vio uno de estos partidos y se puso en contacto con mis representantes.
Es como que en esa época no me daba cuenta de lo que era haber llegado al Sport Marítimo, agarré la valija y me fui sin darme cuenta lo que era. Algo positivo que me sirvió mucho en esa época es que estaba recién casado y el apoyo de mi señora era fundamental.
Pero antes de mi llegada a Portugal tuve una de las peores experiencias en mi vida, tras la finalización del Torneo Argentino en Junio, un representante vino y me dijo que me iba a llevar a jugar a México. Viajamos a México 10 días donde me estuvieron probando pero yo me daba cuenta que era un verso total, tal es así que le pedí volver y me dijo que él me llevaba al aeropuerto, me subí al auto y me apoyé contra una puerta, estaba con mucho miedo, tenía 23 años, y al subir al auto ya me decía que no llegaba a tomar el vuelo y yo sacaba cuentas que faltaban 8 horas y estaba a lo sumo a 2 del aeropuerto. El conductor era mexicano y tras un largo rato de viaje se dio cuenta que estaba yendo al revés. Obviamente no llegué a tomar mi vuelo, los tipos se borraron y estuve muy mal, logré cambiar el pasaje y llegué a las 10 de la mañana a Ezeiza y 30 minutos más tarde tuve el vuelo a Lisboa, estaba mi mujer en el aeropuerto esperándome con una valija con ropa limpia y le deje la mía con la sucia para partir a Portugal. Desde que llegué me di cuenta que era muy diferente a lo de México, me trataron muy bien y rápidamente me confirmaron que me iba a quedar a jugar allí.
¿Cuanto tiempo estuviste en el Sport Marítimo?
Estuve toda una temporada, en total convertí 13 goles. Recuerdo que tuvo mucha prensa mi paso en el Sport Marítimo porque de esos 13 goles, 10 fueron en el primer semestre. Tal es así que allá se hablaba de mí porque le competía en la tabla de goleadores al brasileño Mario Jardel que jugaba en el Porto y la rompía. En el final de la temporada se dio lo que al principio parecía que iba a ser mano a mano (risas) el terminó con 35 goles y yo con 13.
Tras el buen paso en el Sport Marítimo se hablaba que podías arribar a varios clubes de Portugal…
Yo guardaba los recortes de los periódicos que decían que Benfica o Porto tenían interés en mí, son los dos clubes más importantes de Portugal y para mí eso era muy bueno. Esta información la confirmé cuando me vinieron a buscar, pero la verdad es que mi pase pertenecía a esta dupla de empresarios que siempre me tuvieron, en Europa existe una ley que al finalizar un contrato volvía a ser libre. La dupla empresarial no sabía esto, y de los clubes de allá se enteraron que en Junio yo pasaba a ser jugador libre, y un representante de allá me ofrecía contrato por 4 años en el Porto, pero no me daban nada para la dupla empresarial de los cuáles uno, la familia Hanze, se habían portado muy bien, me bancaron siempre, cuando no tenía un peso ellos estuvieron junto a mí, cuando jugué en Huracán me dieron un departamento de ellos para vivir. Sentía que irme y dejarlos a ellos era una traición, así que dije que no.
¿Cómo se da tú llegada a Salamanca?
En mí llegada a España, el técnico no me quería y a base de buenos partidos empecé a jugar. En total convertí 16 goles en la Segunda Categoría de España con la camiseta del Salamanca.
Como bien decís a base de buenos partidos una vez finalizada la temporada surge la chance de pasar a Sevilla…
Al igual que en mi llegada a Portugal, no caía a donde estaba arribando. La mayoría de las veces me tomo todo con mucha tranquilidad. Siempre fui de menor a mayor y cuando llegué a Sevilla era Primera División del Fútbol Español. Sevilla siempre fue un club fuerte de España, pero por aquellos años no venía realizando buenas campañas, tal es así que había descendido y el año que yo llegó había logrado nuevamente estar en la máxima categoría. Estuve dos temporadas vistiendo la casaca del Sevilla, en la primera jugué poco pero en el final tuve una racha de goles muy buenas donde jugué 7 partidos y convertí 5 goles, los cuáles me ayudaron a empezar bien al otro año. Al termino de la pretemporada cuando íbamos a arrancar me esguince y estuve un mes parado. Luego, volví y jugué varios partidos donde se dieron los dos goles al Barcelona.
¿Qué recordas de aquel encuentro?
La verdad que fue hermoso, ganarle al Barcelona en su cancha y convertir dos goles es hermoso. Ese día fue muy loco porque todos los simpatizantes estaban en contra del técnico que era Van Gall, comenzaron a sacar los pañuelos blancos y ver el Camp Nou de esa manera fue realmente loco. Con respecto a los goles, contra el destino no se puede hacer nada, recuerdo que entre en el segundo tiempo a jugar los últimos 15 minutos, el primer tanto fue un saque largo del arquero Antonio Notario, uno de los hermanos De Boer la dejó picar y lo pasó, “Tito” Bonano amagó a salir y se quedó a mitad de camino, yo corrí al verlo dudar y con la cabeza de afuera del área se la toqué por arriba, la pelota pidiendo permiso terminó ingresando (risas), parecía que la agarraba, fueron unos segundos eternos pero cuando vi al línea correr hacia el medio marcando el gol no lo podía creer. El segundo gol fue una jugada de un compañero que corrió por toda la banda desde nuestro campo hasta llegar a la línea de fondo, sacó un centro y yo me tiré a los pies para empujarla y no llegué, De Boer quiere rechazar pero la pelota me pegó a mí y la metí, el encuentro terminó 3 a 0.
Igualmente en esta temporada jugué mucho y solo convertí 4 goles, para colmo los 4 fueron en dos partidos (risas), podría haber hecho uno cada un mes pero no en dos partidos.
Tras el paso en el Sevilla fuiste a Recreativo de Huelva…
Llegué a jugar a Segunda Categoría, venía de descender pero a priori se armaban como para ascender. Realmente no nos fue muy bien, empezamos muy irregular, rápidamente echaron al técnico y yo no tuve un gran año, realmente fue un año muy malo por el objetivo que nos habíamos plateado. En lo personal en la primera vuelta convertí 8 goles, que no está nada mal, pero después empecé a tener problemas de espalda y estuve un mes y medio parado y la temporada se fue, para mi es uno de los años que menos cosas pude rescatar.
Tras esa temporada con muchas cosas negativa ¿cómo encaraste la siguiente?
Mi pase pertenecía al Sevilla, el Ejido venía de ascender a la Segunda Categoría y me contrataron. La verdad que tuve una buena primer temporada, estuvimos unas cuantas jornadas como punteros pero al final siempre se nos complicaba.
En total estuve 4 temporadas en el Polideportivo Ejido, la última comencé a tener algunos problemas, era uno de los jugadores con más años en el club, capitán, comenzaron los inconvenientes económicos, con el técnico, con compañeros, en verdad el grupo era malo. Así que decidí irme, fue con mucha pena porque había logrado lazos importantes pero yo me fui tranquilo porque se que hice lo mejor que pude.
Llega Cádiz tu actual club…
La primera temporada fue en la Segunda B, o sea la tercera categoría española. En el primer año logramos el ascenso. El equipo era muy bueno y lo ganamos de punta apunta, tuve una buena participación, convertí en total 17 goles, el último fue el que nos dio el ascenso, la verdad un gran año. La segunda temporada ya no fue tan buena y terminamos descendiendo otra vez a la tercera categoría.
¿Cómo es tu presente en Cádiz?
La verdad que no estoy de la mejor manera, mi problema de espalda me tiene alejado de las canchas y veo muy difícil poder seguir jugando al fútbol, el pasado año estuve con infiltraciones y ni siquiera podía entrenar. Mi último encuentro oficial fue contra Numancia donde jugué 15 minutos.
¿Cuál es la lesión?
El nombre científico es Pondilolistesis, es hernia de disco con una vértebra fisurada y además tengo la vértebra desalineada, un montón de problemas.
¿Cuándo decidas alejarte del fútbol, como va a continuar tu vida?
Actualmente mi señora Daniela ya está en Leones, hace dos meses que se vino. Con respecto a lo mío, estoy viendo como defino mi futuro con el club, todavía tengo contrato, pero el objetivo es volver a Leones. Me encantaría seguir ligado al fútbol, todavía no tengo hecho el curso de técnico pero en cualquier momento voy a encararlo.
¿No está en tus planes jugar algún partido para Sarmiento antes de retirarte?
Yo si no tuviera este problema, me gustaría seguir jugando, me encontraba bien con muchas ganas de seguir, porque realmente el fútbol para mí ha sido todo, el fútbol es una manera de vida, ha ocupado gran parte de mi vida. Muchas personas me cruzan en la calle acá y dicen que juegue para Sarmiento, pero realmente no puedo, físicamente no estoy para jugar. Afortunadamente para mí, tuve la suerte de tener una mujer de fierro que siempre me acompañó, yo me iba y la dejaba con tres chicos sola y ella me brindaba la seguridad de irme tranquilo.
¿Cómo fueron tus comienzos en el fútbol?
Comencé de grande, empecé a jugar en Sarmiento en la Quinta División. Hice los pasos de Quinta, luego Cuarta hasta que en 1993 jugué algunos partidos en Primera. Jugaba junto a grandes compañeros y amigos como Luciano Del Arco, “Patito” Augusto, Gabriel Cambiagno, “Dipa”, “Zurdito” Serra, Sebastián y Mario Neira, entre otros.
¿Qué recordas de tu debut en Primera con la camiseta de Sarmiento?
Fue en Inriville contra River por el campeonato de la Liga del Sur y el director técnico era Raúl “Nongo” Perín. El encuentro finalizó 1 a 1 y yo anoté el tanto de nuestro equipo.
Tras algunos partidos en Sarmiento tu primera incursión fuera de la ciudad fue Newell´s, ¿qué recordas de aquel paso?
En Junio de 1993, Eduardo Lombardi llevó a probar varios chicos al predio de Bella Vista que tiene Newell´s Old Boys. Tras esa prueba me volvieron a realizar otra y luego me confirmaron que en Enero debía quedarme. Comencé en Quinta División, en los primeros meses me costó un poco adaptarme ya que era la primera vez que salía del pueblo, si bien Rosario no es una gran ciudad como Buenos Aires, me costó adaptarme. Es muy difícil la adaptación porque como digo yo “sos uno menos, más que uno más”, la pensión quedaba en calle Santiago y Montevideo, al lado del Parque, allí dormíamos en una habitación muy chica seis personas, es difícil pero te puedo asegurar que se aprende muchísimo. En esa pensión vivían grandes jugadores que salieron de Newell´s como Gabriel Henze, Walter Luján (ahora Samuel). Pero algo que rescato de aquellos años de vivir en una pensión es que si bien cuesta, es algo positivo en la vida de un futbolista ya que sirve para juntarse entre los pibes y se la pasa bien. Yo de algo que era muy conciente, es que había varios jugadores mejores que yo y que estábamos todos luchando por lo mismo, así que todos los días tenía que dar lo mejor de mí. Digo así porque mi categoría fue muy fuerte y llegaron varios a Primera División como Guillermo Álvarez (arquero), Fabricio Fuentes, Diego Crosa, Damián Terés entre otros. En total estuve dos años y medio en Newell´s, donde llegué a jugar dos o tres partidos en Tercera.
Luego del paso por Newell´s, ¿cómo surgió la idea de ir a Douglas Haig de Pergamino?
Tras los dos primeros años en Newell´s, el préstamo entre Sarmiento y la institución rosarina tenía un vencimiento y Newell´s debía pagar por la opción de mi pase. Yo en ese momento estaba en Tercera pero al haberse vencido el préstamo ya no iba a poder jugar. Cuando llegó Junio, ya habían arreglado a jugadores para disputar el próximo torneo. Para darles continuidad a estos jugadores armaban equipos mezclados con chicos de las inferiores y en uno de esos encuentros me tocó viajar hasta Pergamino para jugar un amistoso con Douglas Haig. Esa tarde tuve un buen partido, una vez que regresamos por cosa del destino la mujer que trabajaba en la pensión tenía buena relación con Andrés “Tito” Rebotaro que había sido el técnico de ese partido y fue quien escuchó que de Douglas Haig habían preguntado por mí, se lo comentó a la encargada de la pensión que fue quien me lo dijo a mí. Pero desde el club jamás me dijeron nada. Ese fin de semana volví y se lo comenté a mi papá, al instante me dijo que porque no llamaba al club y yo le dije que ni loco. Recuerdo ese momento, estábamos en la carnicería de mi papá que estaba frente a la escuela Manuela Pedraza, en ese instante que le dije que yo no llamaba me dijo quédate acá, fue, llamó y pidió hablar con el Presidente que le dijo que me vaya a hacer una prueba. Al lunes estaba en Pergamino realizándome la prueba y quedé en Douglas para disputar el Torneo de la “B” Nacional.
En ese momento que arribaste a Douglas Haig, ¿te diste cuenta que tu futuro estaba en el fútbol?
Sí, ya tenía 20 años y había logrado sumarme a un equipo profesional de la segunda categoría de nuestro país. El técnico de aquel equipo era Ángel Celoria y afortunadamente me pude sumar de buena manera a ese plantel. En ese momento Douglas le compró el pase a Sarmiento, que todavía no se si se lo pagaron (entre risas). Estuve 6 meses en el conjunto de Pergamino y allí una dupla empresarial le compró mi pase. En esa etapa tuve un buen rendimiento donde debuté en Cipolletti y convertí mi primer gol con la camiseta de Douglas.
Tras esos seis meses, ¿cómo continuó tu carrera futbolística?
Uno de los dueños de mi pase era de La Plata, entonces a principio de año me llevó a entrenar a Estudiantes en la época que el técnico era el “Profe” Córdoba, estuve un mes y pensé que me iba a quedar allí pero me mandaron a jugar a Cipolletti en el Nacional “B”. Tuve una buena temporada donde convertí 16 goles.
Luego de Cipolletti te llegó la oportunidad de jugar en la Primera División del Fútbol Argentino en Huracán, ¿cómo fue esa experiencia?
Lo de Huracán surgió porque el otro socio de mi pase conocía a Oscar López y Oscar Cavallero, la dupla técnica en ese momento del Globo, graciositos los viejos, eran malos, te mataban. Se ponían los días lunes en el círculo central de la cancha, ellos dos sentados arriba de una pelota y nosotros alrededor esperando que hablaran con nosotros, charlaban entre ellos bajito y a lo mejor estaban media hora y nosotros esperando que nos dijeran algo, pero te aseguro que cuando nos decían algo nos mataban (risas). Mi paso por Huracán fue en el año 1998, la verdad que jugué muy pocos partidos, en total convertí dos goles, uno de ellos a Argentino y el otro a Talleres de Córdoba, ambos en nuestra cancha. La experiencia personal fue muy buena desde jugar en los mejores estadios del Fútbol Argentino hasta compartir vestuario con jugadores que llegaron a ser muy importantes en nuestro fútbol como “Cuqui” Silvera, Sixto Peralta, “Rolfi” Montenegro, Gastón Casas. En lo grupal fue un año malo ya que descendimos, el equipo había arrancado con 12 puntos en contra y fue muy difícil tratar de revertir esa situación.
Después del paso por Huracán, llegó tu primera experiencia internacional…
Mi primer paso en el viejo continente fue en Portugal. Esto se desencadenó debido a que tras el alejamiento de López - Cavallero como dupla técnica arribó al equipo Carlos Babington, no me tuvo en cuenta y me mandó a jugar a la Tercera. Disputé 6 partidos allí y convertí 9 goles, Claudio Morresi era el técnico. Afortunadamente para mí, había un portugués que vino a ver jugadores de Primera, vio uno de estos partidos y se puso en contacto con mis representantes.
Es como que en esa época no me daba cuenta de lo que era haber llegado al Sport Marítimo, agarré la valija y me fui sin darme cuenta lo que era. Algo positivo que me sirvió mucho en esa época es que estaba recién casado y el apoyo de mi señora era fundamental.
Pero antes de mi llegada a Portugal tuve una de las peores experiencias en mi vida, tras la finalización del Torneo Argentino en Junio, un representante vino y me dijo que me iba a llevar a jugar a México. Viajamos a México 10 días donde me estuvieron probando pero yo me daba cuenta que era un verso total, tal es así que le pedí volver y me dijo que él me llevaba al aeropuerto, me subí al auto y me apoyé contra una puerta, estaba con mucho miedo, tenía 23 años, y al subir al auto ya me decía que no llegaba a tomar el vuelo y yo sacaba cuentas que faltaban 8 horas y estaba a lo sumo a 2 del aeropuerto. El conductor era mexicano y tras un largo rato de viaje se dio cuenta que estaba yendo al revés. Obviamente no llegué a tomar mi vuelo, los tipos se borraron y estuve muy mal, logré cambiar el pasaje y llegué a las 10 de la mañana a Ezeiza y 30 minutos más tarde tuve el vuelo a Lisboa, estaba mi mujer en el aeropuerto esperándome con una valija con ropa limpia y le deje la mía con la sucia para partir a Portugal. Desde que llegué me di cuenta que era muy diferente a lo de México, me trataron muy bien y rápidamente me confirmaron que me iba a quedar a jugar allí.
¿Cuanto tiempo estuviste en el Sport Marítimo?
Estuve toda una temporada, en total convertí 13 goles. Recuerdo que tuvo mucha prensa mi paso en el Sport Marítimo porque de esos 13 goles, 10 fueron en el primer semestre. Tal es así que allá se hablaba de mí porque le competía en la tabla de goleadores al brasileño Mario Jardel que jugaba en el Porto y la rompía. En el final de la temporada se dio lo que al principio parecía que iba a ser mano a mano (risas) el terminó con 35 goles y yo con 13.
Tras el buen paso en el Sport Marítimo se hablaba que podías arribar a varios clubes de Portugal…
Yo guardaba los recortes de los periódicos que decían que Benfica o Porto tenían interés en mí, son los dos clubes más importantes de Portugal y para mí eso era muy bueno. Esta información la confirmé cuando me vinieron a buscar, pero la verdad es que mi pase pertenecía a esta dupla de empresarios que siempre me tuvieron, en Europa existe una ley que al finalizar un contrato volvía a ser libre. La dupla empresarial no sabía esto, y de los clubes de allá se enteraron que en Junio yo pasaba a ser jugador libre, y un representante de allá me ofrecía contrato por 4 años en el Porto, pero no me daban nada para la dupla empresarial de los cuáles uno, la familia Hanze, se habían portado muy bien, me bancaron siempre, cuando no tenía un peso ellos estuvieron junto a mí, cuando jugué en Huracán me dieron un departamento de ellos para vivir. Sentía que irme y dejarlos a ellos era una traición, así que dije que no.
¿Cómo se da tú llegada a Salamanca?
En mí llegada a España, el técnico no me quería y a base de buenos partidos empecé a jugar. En total convertí 16 goles en la Segunda Categoría de España con la camiseta del Salamanca.
Como bien decís a base de buenos partidos una vez finalizada la temporada surge la chance de pasar a Sevilla…
Al igual que en mi llegada a Portugal, no caía a donde estaba arribando. La mayoría de las veces me tomo todo con mucha tranquilidad. Siempre fui de menor a mayor y cuando llegué a Sevilla era Primera División del Fútbol Español. Sevilla siempre fue un club fuerte de España, pero por aquellos años no venía realizando buenas campañas, tal es así que había descendido y el año que yo llegó había logrado nuevamente estar en la máxima categoría. Estuve dos temporadas vistiendo la casaca del Sevilla, en la primera jugué poco pero en el final tuve una racha de goles muy buenas donde jugué 7 partidos y convertí 5 goles, los cuáles me ayudaron a empezar bien al otro año. Al termino de la pretemporada cuando íbamos a arrancar me esguince y estuve un mes parado. Luego, volví y jugué varios partidos donde se dieron los dos goles al Barcelona.
¿Qué recordas de aquel encuentro?
La verdad que fue hermoso, ganarle al Barcelona en su cancha y convertir dos goles es hermoso. Ese día fue muy loco porque todos los simpatizantes estaban en contra del técnico que era Van Gall, comenzaron a sacar los pañuelos blancos y ver el Camp Nou de esa manera fue realmente loco. Con respecto a los goles, contra el destino no se puede hacer nada, recuerdo que entre en el segundo tiempo a jugar los últimos 15 minutos, el primer tanto fue un saque largo del arquero Antonio Notario, uno de los hermanos De Boer la dejó picar y lo pasó, “Tito” Bonano amagó a salir y se quedó a mitad de camino, yo corrí al verlo dudar y con la cabeza de afuera del área se la toqué por arriba, la pelota pidiendo permiso terminó ingresando (risas), parecía que la agarraba, fueron unos segundos eternos pero cuando vi al línea correr hacia el medio marcando el gol no lo podía creer. El segundo gol fue una jugada de un compañero que corrió por toda la banda desde nuestro campo hasta llegar a la línea de fondo, sacó un centro y yo me tiré a los pies para empujarla y no llegué, De Boer quiere rechazar pero la pelota me pegó a mí y la metí, el encuentro terminó 3 a 0.
Igualmente en esta temporada jugué mucho y solo convertí 4 goles, para colmo los 4 fueron en dos partidos (risas), podría haber hecho uno cada un mes pero no en dos partidos.
Tras el paso en el Sevilla fuiste a Recreativo de Huelva…
Llegué a jugar a Segunda Categoría, venía de descender pero a priori se armaban como para ascender. Realmente no nos fue muy bien, empezamos muy irregular, rápidamente echaron al técnico y yo no tuve un gran año, realmente fue un año muy malo por el objetivo que nos habíamos plateado. En lo personal en la primera vuelta convertí 8 goles, que no está nada mal, pero después empecé a tener problemas de espalda y estuve un mes y medio parado y la temporada se fue, para mi es uno de los años que menos cosas pude rescatar.
Tras esa temporada con muchas cosas negativa ¿cómo encaraste la siguiente?
Mi pase pertenecía al Sevilla, el Ejido venía de ascender a la Segunda Categoría y me contrataron. La verdad que tuve una buena primer temporada, estuvimos unas cuantas jornadas como punteros pero al final siempre se nos complicaba.
En total estuve 4 temporadas en el Polideportivo Ejido, la última comencé a tener algunos problemas, era uno de los jugadores con más años en el club, capitán, comenzaron los inconvenientes económicos, con el técnico, con compañeros, en verdad el grupo era malo. Así que decidí irme, fue con mucha pena porque había logrado lazos importantes pero yo me fui tranquilo porque se que hice lo mejor que pude.
Llega Cádiz tu actual club…
La primera temporada fue en la Segunda B, o sea la tercera categoría española. En el primer año logramos el ascenso. El equipo era muy bueno y lo ganamos de punta apunta, tuve una buena participación, convertí en total 17 goles, el último fue el que nos dio el ascenso, la verdad un gran año. La segunda temporada ya no fue tan buena y terminamos descendiendo otra vez a la tercera categoría.
¿Cómo es tu presente en Cádiz?
La verdad que no estoy de la mejor manera, mi problema de espalda me tiene alejado de las canchas y veo muy difícil poder seguir jugando al fútbol, el pasado año estuve con infiltraciones y ni siquiera podía entrenar. Mi último encuentro oficial fue contra Numancia donde jugué 15 minutos.
¿Cuál es la lesión?
El nombre científico es Pondilolistesis, es hernia de disco con una vértebra fisurada y además tengo la vértebra desalineada, un montón de problemas.
¿Cuándo decidas alejarte del fútbol, como va a continuar tu vida?
Actualmente mi señora Daniela ya está en Leones, hace dos meses que se vino. Con respecto a lo mío, estoy viendo como defino mi futuro con el club, todavía tengo contrato, pero el objetivo es volver a Leones. Me encantaría seguir ligado al fútbol, todavía no tengo hecho el curso de técnico pero en cualquier momento voy a encararlo.
¿No está en tus planes jugar algún partido para Sarmiento antes de retirarte?
Yo si no tuviera este problema, me gustaría seguir jugando, me encontraba bien con muchas ganas de seguir, porque realmente el fútbol para mí ha sido todo, el fútbol es una manera de vida, ha ocupado gran parte de mi vida. Muchas personas me cruzan en la calle acá y dicen que juegue para Sarmiento, pero realmente no puedo, físicamente no estoy para jugar. Afortunadamente para mí, tuve la suerte de tener una mujer de fierro que siempre me acompañó, yo me iba y la dejaba con tres chicos sola y ella me brindaba la seguridad de irme tranquilo.
FUENTE
El Sr. Mariano Toeddli esta vendiendo sus propiedades en España y esperando que Fremap y la seguridad social le otorge una invalidez, cuyo plan va a ser enbargado ya que sus bienes se estan vendiendo con irregularidades y se esta creando una asociacion para solucionar estos problemas a buenas o a malas como el Sr. Mariano quiera.
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